El Gobierno aragonés se aseguró ayer el apoyo de la totalidad de agentes sociales y económicos de la comunidad al Eje 16 y a la Travesía Central del Pirineo. Así quedó rubricado en un comunicado respaldado por los más de 40 colectivos que se comprometieron a respaldar de forma "rotunda y unánime" un proyecto que la presidenta del Gobierno de Aragón, Luisa Fernanda Rudi, calificó como "prioritario, necesario e imprescindible" para el desarrollo económico y la creación de empleo.

Administraciones públicas, sindicatos, empresarios, formaciones políticas e instituciones académicas solicitaron al Gobierno nacional la defensa de la importancia del eje "con todo su esfuerzo y voluntad" y solicitaron a la Comisión, Parlamento y Consejo de la Unión Europea, que mantengan la prioridad otorgada al corredor "como eje número 16 de las Redes Transeuropeas de Transporte".

En el manifiesto se considera el proyecto que une España y Francia a través de la Travesía Central de los Pirineos (TCP) "necesario porque es la única solución al transporte ferroviario de gran capacidad para las mercancías, como conexión entre el norte de África --Marrruecos ya ha dado su apoyo al corredor--, el sudoeste europeo y el resto de la Unión Europea" y consideran el corredor "la única solución para evitar el cuello de botella que supone el macizo pirenaico".

RENTABLE Y SOSTENIBLE En este sentido, el encuentro apuntó que la conexión bajo los Pirineos "aprovecha dos bienes valiosos, el espacio y las infraestructuras no saturadas". De hecho, Rudi se comprometió a que la construcción del eje "permitirá superar la saturación e insostenibilidad de los actuales pasos fronterizos".

Gobierno y colectivos de la comunidad subrayaron, asimismo, la rentabilidad del eje al advertir que el aprovechamiento de la infraestructura ya existente --alrededor del 75%-- provocará que su coste sea "moderado" y favorecerá la optimización de recursos "al conectar un solo corredor los principales puertos y plataformas logísticas de la Península Ibérica y Francia". Por su parte, el consejero de Obras Públicas, Urbanismo, Vivienda y Transportes del Gobierno de Aragón, Rafael Fernández de Alarcón, incidió en esa rentabilida, ya que aseguró que podrá canalizar más de 60 millones de toneladas al año y la calificó como "la opción más competitiva para mover mercancías entre la Península Ibérica y Francia".

Los colectivos también otorgaron su respaldo al eje por su carácter "vertebrador" y "sostenibilidad". En este sentido, se subrayó la cohesión de los territorios del interior de la Península Ibérica al romper el "efecto frontera" de los Pirineos, y al ahorro de hasta 462.000 toneladas de CO2 emitidas en España y de 1.200.000 en el continente.

Rudi consideró que el proyecto no es "excluyente" con otros en España --en referencia al corredor del Mediterráneo-- sino que expuso que "puede ser complementario".

La presidenta del Ejecutivo apuntó su intención de que el proyecto político que plantea para Aragón lO convierta en "líder entre las regiones del Sur de Europa" y eso pasa, según Rudi, por unas "comunicaciones terrestres favorecedoras de nuestra competitividad". Por eso, prometió que "no regatearemos esfuerzos en un proyecto extraordinariamente importante para el futuro de los aragoneses" aunque insistió en apelar a la "responsabilidad" de la sociedad para lograr una meta que no es "menor, ni utópica ni sencilla".