Abrir prácticamente cuando se quiera. Esa es la receta que va a aplicar la comunidad de Madrid en materia de horarios comerciales, tal y como anunció ayer el Gobierno presidido por Esperanza Aguirre, que va a promover una normativa que supondrá una liberalización casi absoluta. Una apuesta que ha provocado una airada reacción por parte de los pequeños comercios y de los sindicatos.

El anteproyecto de ley en el que trabaja la comunidad de Madrid permitirá a los locales de hasta 750 metros cuadrados abrir 24 horas al día, todos los días del año, lo que supone extender una norma que hasta ahora se aplica a los negocios de hasta 300 metros cuadrados.

El Ejecutivo madrileño prevé que la asamblea legislativa apruebe antes de que acabe este año lo que todavía es un proyecto que, además, implicará la apertura todos los días del año de grandes superficies dedicadas en más del 50% de sus productos a la venta de muebles, decoración, bricolaje, artículos de construcción, vehículos, juguetes y artículos deportivos.

El objetivo del gabinete de Esperanza Aguirre es "seguir profundizando en las medidas de liberalización de la actividad comercial en la región, e introducir incentivos para que esta actividad siga con el mismo éxito de los últimos años", en palabras del vicepresidente y portavoz, Ignacio González, partidario también de "atender la demanda de los ciudadanos".

A FINALES DE AÑO Desde Aragón, sin embargo, no se vislumbra un cambio en la normativa actual, tal y como reconoció ayer a este diario el director general de Comercio, Juan Carlos Trillo. Así, si no hay sorpresas, la comunidad continuará aplicando los ocho días de apertura en festivos, que se fijarán a finales de este mes o comienzos de noviembre. No obstante, todavía queda un mes para poner en marcha la orden y, en estos momentos, el Ejecutivo mantiene contactos con todas las partes (empresas, sindicatos, consumidores...).

La nueva normativa de la comunidad de Madrid llega cuando el consumo de las familias se encuentra estancado o por debajo de las expectativas de comienzos de año. Pero no parece que esta medida vaya a estimular las compras de las familias, según apuntan algunas fuentes consultadas, que argumentan que la renta de los hogares "es la que es". De ahí que no se espera un incremento del gasto si en el número de horas de apertura es mayor. Al contrario, desde el pequeño comercio sostienen que es "una estrategia de la gran distribución".

UN PASO MÁS La comunidad de Madrid da, de esta forma, un paso más en la misma línea tras la aprobación en el 2008 de la ley de modernización del comercio y en el 2009 de la ley de medidas liberalizadores y de apoyo a la empresa de la región. En el caso de la capital española, la Puerta del Sol y el aeropuerto de Barajas, desde hace tiempo, y los comercios de barrios como la Castellana, Cortes y Palacio, desde hace dos semanas, pueden abrir todos los domingos y festivos del año.

Asimismo, se simplificarán los trámites administrativos necesarios para la apertura de un comercio, de manera que, en lugar de esperar hasta obtener la licencia municipal preceptiva, se podrá presentar una declaración que hará posible conseguir una autorización provisional. Junto a esa declaración de responsabilidad se exigirá una autoliquidación del empresario, con la que se adelanta el pago de los gastos de la futura licencia.

REACCIONES La Confederación de Comercio de Madrid (Cocem) reclamó ayer el consenso de todas las partes afectadas a la hora de establecer nuevos horarios para los comercios, mientras que la asociación de consumidores Facua expresaron su rechazo al cambio. Mientras, la Asociación Nacional de Grandes Empresas de Distribución (Anged) valoró la liberalización de los horarios, por considerar que permitirá al sector mejorar su eficiencia al tiempo que beneficia al consumidor.

Sin embargo, la Confederación Española de Comerciantes (CEC) instó ayer al presidente del PP y candidato a la presidencia del Gobierno, Mariano Rajoy a que aclare cuál será la posición del partido sobre los horarios comerciales en el caso de que ocupe la presidencia del Gobierno tras el 20-N.

En un comunicado, la CEC manifiesta hoy su "rechazo y absoluta sorpresa" ante la aprobación por parte del Gobierno de la Comunidad de Madrid y lamenta que se haya dado luz verde a una medida que significará un aumento de la cuota de mercado de las grandes empresas de distribución a costa de la de los pequeños y medianos establecimientos. Según la CEC, esta decisión de la comunidad de Madrid pone en peligro la continuidad de muchos negocios y provocará la pérdida de miles deempleos.

Por otro lado, CCOO reclamó la retirada inmediata del anteproyecto de ley, que ve como una "desregulación" que tendrá consecuencias negativas, porque afectará "gravemente" a los trabajadores del sector, poniendo "trabas" para que poder conciliar la vida laboral y familiar de "miles de personas".