Medio centenar de vendedores ambulantes del rastro de La Romareda se concentraron ayer ante el Ayuntamiento de Zaragoza para mostrar su disconformidad con el cierre del mercado los domingos que se televise el encuentro de fútbol.

Representantes de tres asociaciones de vendedores intentaron entrevistarse con el concejal de Transportes Pedro Jato, quien no se encontraba presente ayer en el consistorio. Los vendedores tampoco fueron recibidos por el primer teniente de alcalde, Antonio Suárez, ni por el alcalde, José Atarés, por lo que depositaron en el Registro una queja firmada por 48 titulares de puestos del mercado.

La pasada semana, personas representativas del rastro alcanzaron un acuerdo con el ayuntamiento por el que aceptaban la compensación de abrir el mercado dos viernes consecutivos por cada domingo que se cerrara a causa del partido de fútbol, acuerdo que está supeditado a que sea refrendado en una asamblea de los 434 vendedores convocada para el próximo 8 de enero en el Auditorio.

Una parte de los vendedores se opone a esta compensación por entender que muchos ambulantes tienen los viernes mercado en Jaca, Ejea, Epila, Borja y Quinto. Además, consideran que el ayuntamiento debería haber negociado el acuerdo con las asociaciones presentes en la Junta del Mercado.

Jato, por su parte, señaló a este periódico que el acuerdo "no es una imposición" y que está dispuesto a escuchar otras alternativas de los vendedores. "No tendré inconveniente en acudir a la asamblea para explicar la situación", añadió.