La documentación que se ocupó a Ibon Fernández Iradi, Suster, cuando fue detenido por primera vez el 19 de diciembre del 2002 ha servido, dos años después, para la operación desarrollada la pasada semana en la que se ha desmantelado parte de la infraestructura de ETA en el País Vasco y Navarra. La Policía investiga ahora la que se intervino el pasado mes de octubre cuando se detuvo en Salles de Béarn (Francia) a Mikel Albizu, Antza, y a Soledad Iparraguirre, Amboto. Los archivos encontrados son muy voluminosos y su estudio es una labor lenta que requiere mucho tiempo antes de que se pueda valorar su importancia. En estos papeles pueden estar las claves que lleven a desvelar la autoría de los crímenes cometidos por la banda terrorista en estos últimos años.