Una de las citas más importantes del programa festivo de Delicias, la paella gigante para 7.000 personas que se preparará en la explanada del Centro Comercial Augusta, podría verse entorpecida por un inesperado invitado de última hora: la lluvia. Las precipitaciones producidas en Zaragoza durante las últimas 48 horas, en algunos momentos de una intensidad considerable, han creado un clima de expectación y duda en los organizadores, que, no obstante, ayer se mostraban optimistas. "Estamos convencidos de que al final sí habrá paella, porque, aunque llueva, tienen que darse unas circunstancias muy adversas para vernos obligados a suspender o aplazar esta cita", asegura Fermín Noguera, responsable de Patrimonio de Carrefour y miembro de la comisión organizadora de este acto.

Ante la imprevisibilidad de las condiciones meteorológicas, a primera hora de la mañana de hoy, todos los responsables de la preparación de la paellada se reunirán para definir todos los detalles de la actividad, junto con representantes de la policía local, y en caso de tomar medidas de última hora, la decisión saldría de ese encuentro. No obstante, ni la Comisión ni los responsables de Carrefour quisieron aventurarse ayer a exponer alguna solución alternativa, aunque si la suspensión es improbable, el aplazamiento se antoja aún más complicado, "por lo apretado de la agenda del fin de semana".

Por su parte, el presidente de la comisión de fiestas, Carlos Sanz, apuntaba ayer que "deberán ser los organizadores de la paellada y el cocinero los que digan si se puede hacer o no en caso de que llueva, pero lo que está claro es que no se concibe hacerla en otro lugar del barrio que no sea la explanada del centro comercial". En este sentido, Fermín Noguera recuerda que "el año pasado también ocurrió lo mismo, el día anterior parecía que sería imposible y luego salió un sol radiante. No hay que ponerse en lo peor y confiemos en que todos podremos disfrutarla", aunque también es cierto que, en los diez años que se viene realizando, nunca se han encontrado en la tesitura de cocinar lloviendo.

Quien sí la ha vivido, en otros lugares, ha sido Mariano Moros, cocinero de Paellas Roma y encargado de elaborar tan gigantesco manjar. Desde la experiencia, afirma que "nadie me ha planteado la posibilidad de suspender la paellada y no pasa nada porque llueva, se podría hacer porque nosotros llevamos carpas y protecciones para resguardarnos del agua. Eso sí, a no ser que caiga tanta que fuera imposible encender o mantener el fuego".

Además, Carlos Sanz quiso mostrar su solidaridad y su apoyo a una parte importante de las fiestas que también sufren cuando llueve: los feriantes. "Lo que más sentimos en esta situación es ellos siempre están ahí y viven de esto y si llueve nos apena que lo sufran", comentó.

SIN BAILE Por otra parte, los vecinos de Delicias no pudieron disfrutar de la exhibición de bailes de salón prevista en el centro cívico. El desplazamiento de dos de los participantes hacia un compromiso en el extranjero ha sido el motivo porque el que la organización canceló ayer su actuación.