Las familias tradicionales cada vez se llevan menos. O al menos eso es lo que parece en Aragón, donde las familias formadas por una mujer con hijos --monomarentales-- se han duplicado en la década 1991-2001. Así lo refleja el informe Cifras sobre la situación de las mujeres en Aragón presentado ayer por la directora del Instituto Aragonés de la Mujer (IAM), Eva Martínez, en el que se actualizan estudios realizados desde 2001 al 2004. De las 334.856 familias aragonesas, 5.882 son monomarentales.

Según el documento, se ha producido un importante crecimiento de las familias monoparentales y monomarentales en este periodo. En una década se ha pasado del 1% del total de hogares aragoneses con un solo progenitor al 1,7%. Los hogares en los que el varón es cabeza de familia se han triplicado en este periodo, aunque su número --1.977-- aún es muy inferior al de los monomarentales.

Además, los cambios sociales de los últimos años respecto a la familia se traducen en un significativo aumento de los hogares unipersonales, pasando de 51.567 en 1991, a 75.342 en 2001. Son más las mujeres que viven sin pareja --tres de cada cinco-- que los varones. A pesar de estos datos, el núcleo familiar formado por una pareja con hijos supone más de la mitad de los 334.856 núcleos familiares de Aragón.

En el campo educativo las mujeres rinden más que los varones, pero el éxito en la etapa formativa contrasta con la diferencia con respecto al sexo opuesto a la hora de acceder al mercado laboral. Entre el profesorado, donde más presencia femenina se detecta es en Educación Especial, seguida de Infantil y Primaria y de Educación Secundaria. El empleo del tiempo desde la perspectiva de género se recoge por primera vez en esta guía que muestra que las mujeres continúan asumiendo de forma mayoritaria las tareas domésticas, ya que mientras ellas dedican unas cinco horas diarias, los hombres emplean una media de dos.

El informe muestra también que la distribución de la población por sexos está equilibrada: las mujeres representan la mitad de la población aragonesa. Sin embargo, esta cifra duplica a la de los varones a partir de los 85 años. Asimismo, la participación femenina en política se refleja en un incremento del número de alcaldesas de tres puntos porcentuales, situándose la cifra en el 2003 en el 12,1%, una cifra similar a la nacional. Desde una perspectiva marital, más de la mitad de las mujeres se casan entre los 25 y los 28 años, mientras que el número de separaciones tiende a subir desde los años 90.