Habla de desigualdad de trato con respecto a los hombres en la competición de este deporte tradicional aragonés y pide promocionar e incentivar la categoría femenina.

La desigualdad de trato entre hombres y mujeres deportistas es lo que Mercedes Navarro denuncia en la disciplina de tiro de barra, un deporte tradicional aragonés. La queja va dirigida a la Federación Aragonesa de Deportes Tradicionales, cuyo presidente, Jesús Guerrero, niega que exista esta situación y achaca la reacción de la deportista oscense a una sanción por falta grave que se le impuso en un campeonato. No obstante, existe una carta firmada por la mayoría de las mujeres federadas, dirigida a "todas aquellas personas vinculadas, de una manera u otra, al tiro de barra aragonesa" en la que se solicita expresamente que no se vuelvan a repetir discriminaciones entre tiradores y tiradoras.

"En la tirada oficial de Castejón de Monegros del 28 de julio nos quedamos todas sin capacidad de reacción a la situación tan increíble y tan descarada que estábamos viviendo. Así, mientras a los hombres se les premiaba con un trofeo y 1.000, 500 y 200 euros, respectivamente, según la clasificación, a las mujeres nos daban una copa. Aquello colmaba todos los vasos. Y cuando me la entregaron, me pudo la rabia y la impotencia y la tiré al suelo. A raíz de este incidente, por un lado, a los quince días, a las tres primeras tiradoras les concedieron 100, 50 y 50 euros, respectivamente. Y, por otro, a mí me abrieron un expediente sancionador", lamenta esta madre de dos hijos y de 40 años de edad.

"Casi todos los hombres nos apoyan en nuestras reivindicaciones, sobre todo los de los clubs más fuertes como El Barrón (Teruel), el de Utebo o el mío propio, el Club Altoaragoneses de Huesca. Mientras que el problema procede de la junta de la federación", insiste. Por su parte, Jesús Guerrero asegura que el trato que se da a la categoría femenina es el mismo que en otros deportes.

Mercedes, que nació en Teruel, empezó a entrenar en el tiro de barra en el 2004. Aunque su afición comenzó por casualidad. "En el 2003 veraneábamos en Galve y decidimos acudir a una demostración de juegos aragoneses que se celebraba en el pueblo de al lado. Yo participé, comprobé que no se me daba mal y me animaron a apuntarme en un club de Huesca, donde resido, para empezar a competir", señala. En estos años, además de los premios conseguidos, ha logrado que sus hijos, de 9 y 6 años, sean dos aficionados a este deporte.

Aunque el papel de la mujer en los deportes tradicionales aragoneses ha sido hasta hace bien poco prácticamente nulo en cuanto a competición se refiere, desde hace años este panorama está cambiando. La propia federación admitió la categoría femenina en tiro de barra hace cuatro años. Se trata de una barra homologada de cuatro kilos para las mujeres --mientras que la de hombres es de 7,257--, coincidiendo con el peso que tienen las bolas de lanzamiento del deporte que se practica en las Olimpiadas.

"La primera tirada oficial federada de mujeres fue el día de San Jorge, el 23 de abril del 2004, en Huesca. En cuanto a las féminas, calculo que estaremos federadas una treintena en todo Aragón, mientras que en competición y en activo habrá unas 25", añade esta mujer, que habla de una situación impuesta por tradiciones.

"Puede que nuestras marcas todavía no resulten tan espectaculares como las de algunos hombres, pero si todos queremos que lleguen a serlo, debemos promocionar e incentivar el tiro de barra femenino", concluye.