A partir de mañana, Teruel ya no tendrá una agencia de la ONCE. La Organización Nacional de Ciegos Españoles ha decidido clausurar esta oficina, un cierre que se suma a los más de 50 en otras ciudades españolas durante los últimos meses. Los motivos responden tanto a los avances técnicos, que permiten una gestión centralizada, como a la actual situación económica, según indicó el delegado territorial de la entidad en Aragón, Ignacio Escanero. Comisiones Obreras (CCOO) no ha escatimado críticas ante lo que considera un peligro para trabajadores y usuarios.

Una decena de representantes del sindicato se volvieron a concentrar el viernes ante la delegación de Zaragoza para protesta contra el cierre de centros, de kioscos y las condiciones salariales. Escanero aseguró que la clausura de la oficina turolense no supondrá ninguna merma en los servicios que se prestan a los usuarios, y que tampoco irá seguida de la de la capital altoaragonesa, tal y como temían desde CCOO.

La ONCE ha firmado convenios con el Gobierno de Aragón y el ayuntamiento turolense para mantener los servicios educativos y colectivos, como los encuentros o la animación sociocultural. En el primer caso, las dos profesoras se han trasladado al centro de profesores y recursos de Teruel, lo que, a juicio de Escanero, es "el entorno idóneo". El consistorio, por su parte, ha cedido un espacio en el centro de día Santa Emerenciana para uso exclusivo de los afiliados de la agrupación. Para el resto de servicios, los profesionales se desplazarán desde Zaragoza.

AUTONOMÍA Y AHORRO El delegado territorial explicó que estas personas "no estaban adscritas a Teruel", por lo que "no ha habido ninguna modificación". En cuanto al personal de oficina, el director de la agencia se encuentra ya en la capital altoaragonesa, mientras que la titular de la plaza de auxiliar administrativo está en la oficina de la ONCE en Madrid. La que ha sido despedida es la interina que se encontraba en la oficina turolense.

Escanero insistió en la necesidad de adecuar la organización "a los nuevos tiempos". Así, destacó que, desde hace años, los trabajadores de los kioscos "funcionan de forma autónoma con terminales que les permiten vender y liquidar sin necesidad de acudir a las agencias". Por otra parte, reconoció que la ONCE "no vive ajena a esta crisis", por lo que, en los dos últimos años se ha producido una importante rebaja en las ventas de los cupones. "Estamos recortando gastos, pero no solo de ahí, sin también de los cargos directivos y de sus sueldos, que han bajado entre un 4 y un 12%", señaló.

CCOO ha denunciado que las mermas salariales no se han quedado en los altos cargos, sino que han afectado también a los vendedores de los kioscos. Por otra parte, el sindicato ha cuestionado el cierre de kioscos. UGT se ha mantenido al margen de la polémica, si bien "ha vigilado todo el proceso para defender a los trabajadores".