--Vuelve al Gobierno después de seis meses fuera de la DGA, ¿cómo se toma su designación?

--Me la tomo muy en serio. Yo nunca he desconectado de este área, en la que llevo trabajando desde 1987. Es un honor que José Ángel Biel y Luisa Fernanda Rudi me vean como una persona útil para estar en el Gobierno.

--¿Cuáles serán sus líneas de trabajo?

--Pues ante todo la lucha contra la crisis. Es el momento de estar cerca de todos los sectores productivos, de las empresas, apoyar al pequeño comercio, luchar por la minería, apostar por las energías renovables. Queda mucho trabajo por hacer y yo tengo muchas ganas de llevarlo a cabo. Vuelvo con toda la ilusión.

--¿Se ha marcado ya objetivos concretos?

--Sí. En industria quiero estar cerca de los empresarios para que este sector siga teniendo un peso importante en el PIB aragonés e incluso que crezca. En energía, la apuesta son las renovables, en las que ya se ha trabajo muy bien. En comercio, tenemos que apoyar al de proximidad y en nuevas tecnologías impulsar al máximo un ámbito que tiene un potencial de futuro muy importante. Quiero hacerlo además contando con todos, escuchando y colaborando con el Gobierno central porque Aragón no es una isla y de esta situación tenemos que salir entre todos.

--¿Entiende las críticas por el hecho de que el PAR asuma una consejería después de haber aprobado en el Congreso que no lo haría con menos de ocho diputados?

--A mí nadie me ha hecho llegar ninguna crítica, la verdad. Yo creo que o se está o no se está, en momentos como estos no valen las medias tintas. Toca arrimar el hombro, trabajar y mojarse por la mejora de la situación económica en Aragón. Nosotros nos vamos a mojar y luego que los ciudadanos juzguen si lo hemos hecho bien o no. Pero la foto tras las elecciones es la que es...

--¿La entrada del PAR viene pues motivada por la situación económica?

--He recibido muchas llamadas dándome ánimos. Todas de apoyo. Ahora hay que dar la cara. Tenemos que anteponer a todo la lucha contra la crisis y el trabajo. No podemos escondernos en un momento como el actual. Los ciudadanos esperan que estemos a la altura.