La Guardia Civil detuvo a finales de febrero en Logroño, en el marco de la operación Cazafantasmas, al presunto responsable de ocho robos perpetrados la misma noche, del 16 al 17 de febrero, en la comarca de la Jacetania, entre las localidades de Canfranc Estación, Villanúa y Astún. Parte de ellos fueron en la estación de esquí, aunque su director, Andrés Pita, confirmó que no fueron en sus instalaciones.

El arrestado, J. M. N., de 36 años, habría logrado un botín valorado en 12.000 euros, 7.500 de ellos en metálico y el resto en objetos robados como ordenadores, esquís, joyas y una cámara de video. Además, según informó el Instituto Armado, produjo daños por valor de 8.000 euros al reventar los establecimientos comerciales.

La Guardia Civil de Jaca tenía identificado por testimonios de vecinos al presunto autor, y al jueves siguiente, el día 21, recibió aviso de la comandancia de La Rioja de la detención del presunto ladrón, en cuyo poder encontraron documentación relativa a una estancia reciente en Jaca. Pudieron confirmar su identidad mediante reconocimientos fotográficos.

PROFESIONALES El hombre formaba parte, según determinaron los investigadores, de una banda de asaltantes profesionales que amasaron un botín de unos 73.000 euros en asaltos por La Rioja, Álava, Navarra y Huesca, un total de 29 robos. Para asaltarlos utilizaban llaves falsas o manipuladas, extraían los bombines o apalancaban las ventanas.

El botín hallado en los registros domiciliarios es es de lo más variado, desde llaves sustraídas en el Ayuntamiento de Cenicero (La Rioja), a un cáliz y las joyas de la virgen de una iglesia, además de ropa de marca, ordenadores portátiles, discos duros externos, impresoras, teléfonos móviles o equipos de sonido. Además de los siete detenidos, de nacionalidades española, paquistaní y argelina, han identificados a tres colaboradores.