Los estudios de batimetría realizados en el lecho del río Ebro durante los últimos días han revelado que su canal de navegación podrá transitarse este verano, incluido el peor de los escenarios de estiaje, sin necesidad de llevar a cabo trabajo alguno de dragado. Sin embargo, sí será necesario llevar a cabo operaciones de dispersión y recolocación de sedimentos vegetales y áridos acumulados en un tramo junto al puente de Piedra, donde suele crearse una represa de modo natural, para garantizar el paso de los servicios de salvamento y de las propias embarcaciones.

Es el tercer año consecutivo que se descarta el dragado fluvial y el año pasado ni siquiera fue necesario desplazar sedimentos del lecho del río ni realizar ninguna otra actuación. En el 2011 sí se reubicaron cerca de 500 metros cúbicos de sedimentos de cinco zonas diferentes del curso.

Este año, destacaron desde el consistorio, las "excepcionales circunstancias acaecidas en el río (más avenidas extraordinarias, más prolongadas y más voluminosas) han hecho que se haya detectado un inusual arrastre de sedimentos y vegetación que está dificultando la navegación, tanto en su vertiente lúdica y deportiva, como en la propiamente de salvamento y control (Bomberos y Protección Civil). Estas circunstancias han impedido realizar con antelación los estudios previos y plantear un arranque anticipado de la campaña.