El lehendakari, Iñigo Urkullu, ha anunciado hoy que quiere pactar el derecho a decidir para lograr el "reconocimiento de Euskadi como nación" por vías "legales", propuesta no compartida por los partidos de la oposición.

Urkullu ha dado a conocer los planes de gobierno en su primer Pleno de Política General celebrado hoy en el Parlamento Vasco y en el que sus llamadas al acuerdo han sido constantes, tanto para renovar el autogobierno vasco como para adoptar medidas económicas que permitan dejar atrás la crisis.

Sin embargo, los grupos de la oposición han centrado sus críticas en el proyecto de Urkullu de superar el Estatuto de Gernika con un nuevo marco jurídico y político compartido, que quiere sea debatido en una ponencia parlamentaria.

Todos los grupos, excepto EH Bildu que busca una soberanía plena, han criticado esta apuesta, incluido el PSE, con el que esta misma semana el PNV ha firmado un importante pacto en materia fiscal y económica.

Urkullu ha reconocido que su partido y él mismo apuestan de forma "clara por el ejercicio del derecho a decidir de manera pactada", aunque en ningún momento ha hablado de convocar una consulta ni se ha referido al proceso independentista catalán.

Ha lamentado la "escasa receptividad" que ha encontrado en el Gobierno de Mariano Rajoy para avanzar conjuntamente en la paz y la normalización y le ha advertido de que "las apelaciones a ilegalizaciones de formaciones políticas" de la izquierda abertzale y el "inmovilismo en materia penitenciaria" en relación a los presos de ETA "no son fáciles de entender".

En materia económica, ha admitido que el año que viene también será duro, aunque prevé que comience la recuperación económica con un crecimiento del PIB cercano al 1 %, y ha invitado al resto de partidos a sumarse al pacto suscrito con los socialistas para superar la crisis.

Entre las medidas anunciadas figura la aprobación en noviembre de un decreto que compense el copago farmacéutico a los pensionistas que no lleguen a los 18.000 euros, a los parados sin prestación y a otras personas con especiales dificultades económicas, además de una batería de ayudas para revitalizar la economía.

En el turno de réplica, el portavoz del PNV, Joseba Egibar, ha sido más claro que Urkullu en su apuesta de autogobierno.

"Formamos un pueblo que tiene derecho a decidir su futuro y se tienen que adaptar las leyes al deseo político de la sociedad. No tiene que ser la voluntad (del pueblo) la que se adapte a las leyes. Las leyes se pueden modificar", ha sentenciado.

La primera fuerza de la oposición, EH Bildu, ha ido más allá en la propuesta de autogobierno porque, a juicio de la portavoz Laura Mintegi, ha llegado el momento de "poner en marcha la vía vasca" para alcanzar la soberanía y "tener una casa propia", ya que la crisis se solucionará en la medida en que Euskadi pueda desarrollar sus políticas sin dependencias con España.

Sobre pacificación, Mintegi ha opinado que "lamentablemente la violencia es algo actual" porque en las cárceles, en los "tribunales políticos, en comisarías y controles armados se mantiene esa dinámica violenta". Además, ha considerado que Euskadi ha sufrido "una verdadera tragedia de violencias que han dejado una multitud de víctimas" que merecen reparación "independientemente de quién ha sufrido el ataque y quién lo ha producido".

El PSE se ha desmarcado totalmente del PNV en materia de autogobierno y el líder de los socialistas vascos y exlehendakari, Patxi López, ha advertido a Urkullu de que si intenta sacar de nuevo del cajón planes soberanistas unilaterales tendrá a su partido enfrente.

Ha añadido que el pacto con el PNV no supone un cheque en blanco al Gobierno Vasco y ha avisado al lehendakari de que los socialistas no aceptarán una vuelta al "Pacto de Lizarra".

También rotunda ha sido la presidenta del PP vasco, Arantza Quiroga, al proclamar que la "vía catalana no puede ser la vía vasca" porque Euskadi necesita de la influencia y la "dimensión" que le da España para salir de la crisis.

Ante los reiterados llamamientos de Urkullu a sumarse al pacto fiscal, Quiroga ha criticado la "subida impositiva" que conlleva y el hecho de que se quiera acordar la fiscalidad en el Parlamento, cuando esa competencia recae en las Juntas Generales de cada territorio, aunque ha mostrado su disposición a seguir negociando.

UPyD ha rechazado cualquier iniciativa de renovar el Estatuto de Autonomía y su portavoz, Gorka Maneiro, ha advertido de que Euskadi "no está para aventuras soberanistas".