Teruel es una ciudad contradictoria. Un estudio de Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) la sitúa entre las localidades donde menos se puede ahorrar en la cesta de la compra, 368 euros al año, junto con Pontevedra (384) y Getxo (162).

Y, sin embargo, al mismo tiempo, la capital turolense figura, junto con Huesca, entre las 15 ciudades más baratas de España para los viajeros, con un precio medio de 121,16 euros y 131,98 euros, respectivamente. Por otro lado, Zaragoza, si bien se sitúa entre las más caras (161,75 euros), sigue siendo más económica que la más cara de España: Barcelona, que encabeza el ranking de los destinos españoles más caros con un coste total de 232,36 euros.

Así, en Teruel una noche de hotel, según Tripadvisor, cuesta 63,50 euros, los taxis salen por una media de 14,16, un cóctel para dos vale 10,50 y una cena por 33. En total, 121 euros, más que en Ciudad Real (109,78 euros) y que Castellón (116,36), pero mucho menos que Barcelona (232,36 euros), Ibiza (232,13) o San Sebastián (211,90 euros).

La contradicción encuentra su explicación en el hecho de que Teruel carece de grandes centros comerciales donde se puedan adquirir alimentos básicos por unos precios tan bajos como ciudades que poseen una mayor oferta, como pasa en Zaragoza.

Por otro lado, los precios más asequibles para los turistas se deben al gran esfuerzo de inversiones que se ha realizado en la ciudad, tanto por la iniciativa pública como la privada, dado que el sector servicios es el puntal de su economía.

En este sentido, la llegada de Dinópolis hace más de 10 años significó un cambio radical en el modelo turístico, que ha salido asimismo reforzado con las recreaciones históricas.