La emigración, los cuentos y las sardinas son tres cuestiones consustanciales al gallego, según Julio Camba. La emigración como salida profesional, ¡y no exagero! Los artículos de Camba de Galicia (Fórcola, 2015), reunidos porel investigador Francisco Fuster, inciden una y otra vez en el viaje a América como una opción de vida para el gallego. Buenos Aires, un ensanche de Galicia. Si se le pregunta a un padre gallego: ¿Qué carrera le va a dar usted a su hijo? Una respuesta posible y plausible era, según el cronista: "Le voy a mandar a Buenos Aires". Porque Buenos Aires se entendía como "un porvenir, una carrera y hasta una religión". Eso o viajar a Madrid y hacerse político, según declara en La influencia de los mariscos en la política española. "Cuando un paisano mío carecía de oficio y no sabía hacer nada que le permitiese vivir en su tierra, si no tenía dinero bastante para irse a Buenos Aires, venía a Madrid y se dedicaba a ministro".

Existen diversas "maneras de ser gallego", nos señala el periodista, como comprobamos en Galicia: un viaje por tierras gallegas bajo la mirada irónica de Camba que, como señala Ramón Villares en el prólogo, escudriña el territorio cual antropólogo.

Y entre esas maneras gallegas está la de contar cuentos. La retórica del cuentista se la atribuye Camba al gallego, con la misma fuerza que la condición de exiliado y las sardinas. Parece que aquellos gallegos que viajaban a la capital para prosperar en política, se entretenían y se ganaban la vida contando cuentos en los periódicos. Esta cualidad se extendió y fueron surgiendo gallegos cuentistas por todas las provincias, nos dice Camba. "Hoy hasta los hay andaluces".

Retranca

Acalarado lo de la emigración y los cuentos como condición natural gallega, en lo de las sardinas no me detengo, aunque yo siempre hubiese apostado al pulpo y a los cachelos tratándose de Galicia. Este conjunto delicioso de artículos de Julio Camba sobre Galicia y su idiosincrasia nos da pie para rescatar a otro pontevedrés, desplazado a la capital y cuentista: Manuel Jabois.

En concreto su libro Irse a Madrid (Pepitas de Calabaza, 2011). Una recopilación de artículos publicados en el Diario de Pontevedra, en El Progreso y en su blog de la revista FronteraD de 2009 a 2011. Jabois ha heredado las mañas y el buen hacer periodístico de Camba. Maneja con fruición su retranca, aunque no su escepticismo. Y también parece destacar como cuentista o cuentero. Algunos de los artículos de Irse a Madrid como Morir en Caneliñas, Cuando a doña Emilia un loro la llamó puta, Me recuerda tanto a Lugo, Don Camilo, Tener sitio y Noche de Paz son auténticos relatos, cuentos, crónicas.

Andaba pensando si no será que esto de la crónica latinoamericana sea un invento gallego. Si se comprueba, a los argentinos les puede dar un síncope.