El grupo empresarial aragonés Ibernieve formalizó ayer la compra del 76% de las acciones de la estación de esquí de Candanchú por un precio en torno a los 2,3 millones de euros. La adquisición había recibido previamente la luz verde de la junta general de accionistas de Explotaciones Turísticas de Candanchú (Etuksa), que hasta ahora ostentaba el control del centro invernal.

De esta forma, se pretende poner fin a la azarosa existencia de la estación, que arrastra una deuda de 800.000 euros y ha tenido graves problemas de rentabilidad desde hace unos cuantos años. Esta situación llevó hace varias temporadas a un acuerdo con el grupo Aramón para asegurar su apertura.

Las negociaciones entre Ibernieve y Etuksa han durado meses y antes de llegar a un acuerdo fue preciso realizar una auditoría para establecer el estado de las cuentas de la estación.

El valle del Aragón tiene depositadas grandes esperanzas en el cambio de manos de Candanchú, dado que es una fuente importante de empleo y un centro de atracción de numerosos aficionados a los deportes de nieve. La estación requiere fuertes inversiones en la modernización de sus instalaciones así como el incremento de los servicios que ofrece a los esquiadores.