La última obra del movimiento Urban Knitting Zaragoza, conocido popularmente como el comando ganchillo, ya que consiguen cambiar de la noche a la mañana la estética del mobiliario urbano con lanas de colores, ha sido el último acto vandálico producido en la ciudad. Los 72 bolardos que recorren la calle Don Jaime del centro de Zaragoza fueron forrados con crochet con motivo del Día de Aragón, pero más de la mitad de ellos han sido robados o rotos.

Un día después de que llevaran a cabo esta acción artística, ya faltaban 31, reconocen desde la organización, quienes no pueden evitar su desaliento y desesperación, debido a que no entienden qué les lleva a algunos a hacer esto. De hecho, se comparan con otras ciudades como Madrid y su desilusión, aumentan, ya que resaltan que allí duran "semanas y meses".

Por contra, la página que este colectivo tiene en Facebook se ha llenado de zaragozanos que les han mostrado su apoyo y que han criticado la sustracción. Entre ellos, el concejal de Cultura del Ayuntamiento de Zaragoza, Fernando Rivarés, quien señaló que esto es vandalismo. También despejó algunas dudas sobre si la retirada había sido obra del propio consistorio y se comprometió a hablar con sus compañeros para tratar este tema. Urban Knitting Zaragoza fue el encargado de realizar el árbol de navidad de la plaza del Pilar.

Este movimiento nació en la capital aragonesa en el 2011 con la intención de provocar una sonrisa con sus intervenciones, poner un punto de calidez o color en zonas de la ciudad y que la lana volviera a la actualidad. Y es que buscan la promoción del aprendizaje de las distintas técnicas de ganchillo y punto.