Los antecedentes psiquiátricos por su progenitor el pasado lunes en el zaragozano barrio de Delicias. El nerviosismo que presentaba el acusado la noche del crimen fue tal que esta mujer decidió esconder todos los cuchillos que había en la casa. Uno lo encontró y el final fue una tragedia,

Así consta en el atestado policial al que ha tenido acceso EL PERIÓDICO. La madre de la pequeña Iwinosa Silvia explicó al Grupo de Homicidos de la Jefatura Superior de Policía de Aragón que aquella tarde encontró a su pareja "caminando de una habitación a otra" del pequeño piso de la calle Domingo Ram número 76 de la capital aragonesa. "Los niños se encontraban durmiendo, pero yo tenía miedo por el comportamiento inestable de Nosa, quien le pedía que se metiera en la habitación a dormir", destaca.

"Como hablaba solo y temía que le pudiera hacer algo a los niños o a ella decidí esconder los cuchillos en el balcón, pero estando ahí escuché que venía consiguiendo encontrar uno que había envuelto en ropa", relató al tiempo que afirmó que "no se fiaba" de él, así que fue detrás de él para ver qué hacía.

Fue en ese momento cuando, según aseveró la mujer, "entró en la habitación, cerró la puerta para que no pudiera entrar". Cuando consiguió acceder a la habitación vio a Nosa Churchil O. con el cuchillo en la mano y cerca de Iwinosa Silvia. "Grité y él propinó una cuchillada a la niña en la zona del pecho, así que avisé a un compañero de piso mientras él salía corriendo de la casa", afirmó.

Como no sabía qué hacer en ese momento, esta mujer decidió salir semidesnuda a la calle Su hija llevaba dos cortes, uno en el cuello y otro en el tórax.