Carlos S. P., juzgado en rebeldía en Zaragoza por una supuesta estafa de 200.000 euros solicitando créditos rápidos online con los datos de terceras personas ajenas a la operación, manifestó ante la Policía y el juzgado que instruyó el caso, en febrero del 2018, que le bastaban "un DNI, un número de cuenta bancaria y otro de teléfono móvil para conseguir un préstamo en cuestión de horas". También se procuraba fotos de sus víctimas y creaba sobre la marcha documentos que exigían las entidades prestamistas. Y además utilizaba distintas tarjetas de telefonía para no despertar sospechas en los detectores de fraude.

Estas manifestaciones, que constan en la causa, han sido leídas este martes por la mañana en la Audiencia de Zaragoza, donde está siendo juzgada Niama K., recepcionista en un hotel de Burriana, en Castellón, que presuntamente abría, a petición del acusado principal, que está en paradero desconocido, cuentas bancarias en distintas entidades para depositar en ellas el dinero de los préstamos. También está acusada de dar los datos del DNI de un cliente del hotel en el que trabajaba y que posteriormente fue estafado.

Ella declaró el pasado lunes y aseguró desconocer por completo qué hacía Carlos S. P. con los datos que ella le facilitaba. Sí reconoció que abría cuentas bancarias en diferentes entidades pero, asimismo, sin saber la finalidad de esas operaciones que le encargaba Carlos, que es economista de profesión.

Datos personales salidos de entrevistas de trabajo

En su declaración ante el Grupo de Delitos Económicos de la Jefatura Superior de Policía de Aragón, el principal sospechoso reconoció también haber estado en Zaragoza realizando entrevistas de trabajo para una empresa que al final no se instaló en la ciudad. De esta forma, señaló, obtuvo datos de demandantes de empleo que le sirvieron para llevar a cabo el engaño de quedarse con los créditos rápidos, de entre 200 y 500 euros, que le concedían empresas del sector financiero. "Obtuve menos de 70.000 euros de esta forma en los años 2015 y 2017", confesó a los investigadores.

Carlos S. P., que es de Logroño, declaró por otro lado que Niama percibía un 25% del dinero que ganaba de esa forma. Cuando fue arrestado aseguró que no tenía dinero, ya que lo había "invertido todo en Bolsa" y lo había perdido. Fue puesto en libertad bajo fianza de 4.000 euros, prometiendo no eludir sus responsabilidades penales, pero en la actualidad se halla en busca y captura.

Entidades perjudicadas

La fiscala y los acusadores particulares, que representan a compañías de crédito rápido, Patricia Gómez y Diego del Pozo, solicitaban para él y la otra acusada siete años de cárcel por estafa y usurpación de estado civil. Pero el abogado de la defensa de la recepcionista, Rubén Cobo, pide que esta sea absuelta por haberse visto implicada, "involuntariamente", en una estafa en la que ella no tenía nada que ver ni como organizadora ni como beneficiaria de las operaciones. El ministerio público ha retirado en la última jornada de la vista oral la acusación de usurpación de estado civil, con lo que la petición de pena, en su caso, queda en algo más de seis años.

Esta jornada el juicio ha quedado visto para sentencia tras la declaración de seis responsables de entidades crediticias, entre ellas Moneyman, Creditea, Dineo Crédito SL y Préstamo 10. Todos ellos han explicado las medidas de precaución que adoptan antes de conceder un préstamo, entre ellas el envío de un selfi del solicitante mostrando su DNI. Pese a todas los requisitos que había que cumplir, algunas falsas demandas de crédito superaron todos los controles de los departamentos antifraude, han señalado esos cargos directivos, que han indicado que por ello muchos iniciaron acciones judiciales en vía civil o penal para reclamar las cantidades perdidas.

Han señalado que, en la mayoría de los casos, solo se enteraron del engaño cuando fueron avisados por la Policía. Uno de los responsables de entidad crediticia ha dicho que Niama K. no figuraba en ninguna solicitud de crédito.