El 59 % de los casos de infecciones por Chlamydia trachomatis detectadas en Aragón entre 2010 y 2020 afectaron a personas de 15 a 29 años de edad y el 52,2 % del total fueron mujeres.

La clamidia es una infección de transmisión sexual (ITS) que se manifiesta fundamentalmente como uretritis en hombres y cervicitis en mujeres y también se han descrito proctitis, infecciones faríngeas y conjuntivitis, según se recoge entre los temas de Salud Pública del Boletín Epidemiológico Semanal de Aragón (Besa).

Hasta el 90 % de las infecciones por Chlamydia trachomatis son asintomáticas en mujeres, lo que dificulta la detección de los casos y favorece su transmisibilidad.

La importancia de la clamidiasis deriva de la posibilidad de producir complicaciones o secuelas, especialmente en la mujer (enfermedad pélvica inflamatoria, endometritis, salpingitis, esterilidad, embarazo ectópico), pero también en el hombre (epididimitis y esterilidad).

Además, esta infección aumenta el riesgo de contraer la infección por VIH y otras ITS.

Salud Pública atribuye el progresivo aumento detectado en Aragón en la última década a la mejora en las técnicas diagnósticas y a la consolidación en 2018 del Sistema de Información Microbiológica con la incorporación de todos los laboratorios de microbiología públicos.

En Europa, las tasas de notificación fueron más altas en las mujeres adultas jóvenes y en heterosexuales, según los datos de 2018.

Desde Salud Pública subrayan la importancia de mejorar los sistemas de información epidemiológica para orientar las estrategias de prevención y control.

Intervenciones que, según se expone en el Besa, deben basarse en la educación sanitaria y promoción del sexo seguro, la detección de las infecciones asintomáticas, el diagnóstico y tratamiento precoz y el tratamiento y consejo de las parejas de pacientes con ITS.