Jorge Santiago, el joven de 19 años que falleció el pasado fin de semana en la calle Dato tras sufrir una agresión , quería disfrutar «de un verano tranquilo, de vacaciones», según contaron este miércoles sus amigos, quienes le rindieron un homenaje a las puertas del local donde comenzó el altercado. «Jorge era un chico sano, no tenía vicios. Su único vicio era trabajar y tenía el sueño de montarse un estudio de tatuajes», ha dicho una amiga.

«Estamos aquí porque queremos que se haga justicia por él y por su familia. Él no era nada de lo que se está diciendo, no era violento», indicó esta amiga. Sus allegados colocaron velas y carteles, con lazos negros y flores, creando un pequeño altar en su memoria. También estaba allí un amigo que se encontraba con él en el momento de la agresión, pero no pudo articular palabra por la emoción.

Muy cerca de esta reunión de amigos en recuerdo de Jorge se han concentrado numerosos vecinos de la calle Dato, que bajaron a sus portales para protestar por «las continuas peleas» que se vienen sucediendo en la zona desde hace unos años y mostrar su «hartazgo» por la situación.

«Queremos más presencia policial, que pasen más por estas calles los fines de semana. Si llamas, vienen. Pero lo que queremos es que el ayuntamiento fije algo continuo y así lo hemos pedido en varios registros», explicaron los vecinos. «Los conflictos de los últimos años no son normales. Llevamos dos muertos en dos años y tenemos miedo por nuestros hijos y por nosotros», indicaron.

«A la ausencia de seguridad se une la suciedad de las calles y los restos de botellas rotas o de vómito. Lo que queremos es que se cierre el local porque es foco de problemas», apuntaron los vecinos de Dato.