Alrededor de unas 1.500 personas con vinculación a la Universidad de Zaragoza tendrán una estancia en el extranjero el próximo curso escolar. Uno de ellos es Guillermo Garza, quien viajará hasta Milán para cursar Bellas Artes. En su caso, él no ve en la vacunación una prioridad ni una necesidad que condicione su viaje. Lo tiene claro: «Yo preferiría esperar a que me tocara por edad. Considero que no tengo que ser preferente por nada. Tengo amigos que este año ya se han ido de Erasmus y en ningún momento han reclamado que se les vacunara antes», afirma tajante.

De momento no le han comunicado nada al respecto desde el campus público y tanto él como sus compañeros desconocen si finalmente serán inmunizados. «Si me vacunan porque lo deciden así, pues encantado, pero no porque yo lo haya pedido», reitera Garza. En su caso, su estancia en Milán no será hasta octubre, por lo que «podría darse la situación» de que cuando vaya a marchar, ya haya entrado en las cohortes de edad en Aragón para ser vacunado en el Salud. «Tengo 22 años. No sé para entonces como estarán, pero a lo mejor me pinchan aquí claro», decía.

Por su parte, Fernando C. viajará en septiembre a Lituania y él sí es partidario de marcharse «al menos» con una dosis puesta. «Me generaría más tranquilidad más que nada por si en el lugar de destino luego me ponen algún problema o algo. Preferiría irme ya vacunado básicamente para evitarme luego allí trámites o papeles de más», cuenta este joven de 21 años. De momento desde la Universidad de Zaragoza no les han comunicado nada, aunque cree que «cuanto antes» se les debería decir algo para organizarse.

Mayor movilidad

Jorge Simón, por su parte, viajará en el segundo cuatrimestre hasta Turín, también en Italia, para cursar Física. Probablemente cuando él se marche (ya será el año que viene) ya lo hará vacunado. En cualquier caso, no ve con malos ojos que quienes se desplacen ya en agosto lo hagan con la pauta completa. «Lo veo bien. No somos prioritarios por edad, pero si hay vacunas disponibles y suficientes, ¿por qué no?», se pregunta. «Sería una sensación de mucha más tranquilidad», dice.

Simón sí ha percibido que la mejora de la situación epidemiológica y el levantamiento de las restricciones ha generado «más movimiento» en el tema Erasmus. «El año pasado en mi carrera creo que se fuero dos o tres y este año somos unos cuantos. Tenemos la sensación de que sí podremos vivir la experiencia más como antes, pudiendo viajar, conocer gente y con más movilidad», considera Simón, que tiene ahora 21 años. «Si te vas de Erasmus y luego te tienes que quedar en la residencia, sin moverte, la experiencia se imita mucho», añade.