La toma de Kabul por los talibanes y las imágenes de desesperación vividas en la capital de Afganistán han desatado una oleada de solidaridad en la política española. Una decena de comunidades y ayuntamientos se han puesto a disposición del Gobierno para acoger a refugiados afganos. Entre ellos, Aragón estuvo a la cabeza desde el lunes por la noche, cuando un tuit del presidente Javier Lambán anticipó que ya se había puesto en contacto con la Moncloa para ofrecer su colaboración en la acogida de refugiados «ante la catástrofe humanitaria que se va a desencadenar en Afganistán».

Lo explicó ayer por la mañana, en versión extendida, Marivi Broto, consejera de Ciudadanía y Derechos Sociales, que desveló que varias organizaciones ya se han puesto en contacto con el Ejecutivo autonómico para participar en el proceso. «Le hemos transmitido al presidente de España que estamos dispuestos a acoger. Y nada más hacerse público ese anuncio por parte de nuestro presidente, diferentes entidades que trabajan en Aragón con refugiados ya se han puesto a nuestra disposición para poder ayudar en esa acogida».

Broto quiso poner por delante «la gran preocupación que tenemos, como ya le ha manifestado el presidente Lambán al presidente Pedro Sánchez». También hay que decir que en este tema Aragón «siempre ha mostrado una postura de solidaridad con las personas refugiadas. Siempre nos ha preocupado mucho, como comunidad acogedora que hemos sido, como comunidad que en otros momentos hemos tenido que ser refugiados», explicó la consejera.

En su análisis de la situación puso el acento en femenino. «Queremos ayudar a todos los refugiados, pero nos inquieta muchísimo la situación de las mujeres afganas, algo que como sociedad nos tiene que preocupar mucho. Asusta pensar que las universidades afganas tenían un 60% de mujeres que hoy ya no pueden ir a sus facultades. Veremos cómo evoluciona esta situación, que ahora es dramática», dijo la consejera de Ciudadanía, que recalcó «nuestro compromiso y solidaridad» con las personas que necesiten refugio.

Las imágenes de desesperación de la población afgana avivan una campaña de fraternidad en toda España

Los gestos, el de Aragón y los demás, los agradeció ayer el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, tras apuntar que España está preparada para «una acogida digna a todas las personas que lleguen de Afganistán con sus familias».

Horas después de que los talibanes se hicieran con el control de Afganistán, las comunidades autónomas empezaron a ofrecer sus recursos al Ejecutivo central para dar amparo a todos aquellos afganos que lleguen a suelo español. «Madrid va a estar a disposición de lo que el Gobierno nos solicite», fue la promesa que hizo pública ayer el consejero de Transportes e Infraestructuras de la Comunidad de Madrid, David Pérez. En el mismo sentido, el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, tendió la mano al Ejecutivo central para «poder dar la mejor de las respuestas» a las personas que tratan de salir de Afganistán. Su homóloga en Baleares, Francina Armengol, también señaló en Twitter que el archipiélago «será siempre tierra solidaria».

A la lista se suman comunidades de todo signo político: Navarra, la Comunidad Valenciana, Andalucía, País Vasco, Canarias, Cantabria y Murcia. Todas ellas coinciden en que resulta especialmente importante acoger a las mujeres y a los niños, ya que son los dos colectivos cuyos derechos se pueden ver más limitados por el régimen talibán.

También a los ayuntamientos

La iniciativa llegó también desde los ayuntamientos. En Zaragoza, el equipo de Gobierno dijo estar «dispuesto a participar» en el programa de refugiados que el Gobierno de España plantee. «Estamos a la espera de conocer si existe ese plan y cómo será y solicitamos al Gobierno de Aragón la convocatoria del Comité Autonómico de Emergencias para habilitar mecanismos de ayuda humanitaria en Afganistán y Haití».

"España está preparada para dar una acogida digna a todos los que lleguen"

José Luis Escrivá - Ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones

La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, fue de las primeras en ofrecer 50 plazas para refugiados provenientes de Afganistán. Además, exigió a las autoridades de todos los países que no solo se preocupen por repatriar al personal diplomático, sino que establezcan un corredor internacional para que los afganos puedan salir del país. Madrid siguió ese camino y puso a disposición del Gobierno 25 plazas para mujeres. La vicealcaldesa de la capital, Begoña Villacís, anunció que la cifra podría elevarse hasta 100. Además, la portavoz del PSOE en la Asamblea de Madrid, Hana Jalloul, dejó claro que los ayuntamiento socialistas serán «solidarios y responsables» en esta crisis.

Frente al ambiente dominante de solidaridad, Santiago Abascal puso la nota discordante. El líder de Vox se desmarcó del resto de formaciones y defendió que los afganos deben ser acogidos «en los países musulmanes limítrofes» y no en Europa. En este sentido, defendió que la UE no puede pagar los «errores» y «traiciones» de Afganistán y que el multiculturalismo acabará con los valores europeos.