La campaña de la fruta de hueso en Aragón, líder nacional del sector, va muy avanzada y su finalización podría adelantarse hasta dos semanas en algunas zonas. La cosecha ya venía adelantada, pero la ola de calor de la semana pasada no ha hecho más que acelerar aún más la maduración. Todo ello, en un año con «precios aceptables» a nivel general, aunque «no suficientes» dada la menor producción que ha habido por las heladas registradas en el mes de marzo, según UAGA. Este problema ha afectado básicamente al Bajo Cinca y al Cinca Medio, donde la recolección se sitúa en torno a un 50% por debajo de la de 2020.

En estas comarcas queda por recoger el 20%, correspondiente a la pera (conferencia y williams) y a variedades tardías de melocotón, manzana y nectarina. «A primeros de septiembre quedará muy poco en los árboles», apunta Óscar Moret, responsable del sector de la fruta de la citada organización agraria. Para estas zonas de Huesca, concluye, «ha sido un mal año», con el añadido de que los seguros solo permiten cubrir el 70% de las pérdidas ocasionadas por las heladas.

Este fenómeno atmosférico, que se dio entre los días 19 y 20 de marzo, ha condicionado por completo la campaña. Los estragos fueron mayúsculos en esta parte del territorio. En localidades como Belver y Osso de Cinca se echó a perder el 70% de la fruta.

A esto ha seguido un verano por lo general fresco hasta la ola de calor acaecida la segunda semana de agosto, un fenómeno que preocupan a los agricultores porque puede llegar a quemar la piel de peras y manzanas, lo que generar mermas al ser fruta que no tiene salida en el mercado. «Las condiciones climáticas adversas nunca son buenas para el campo», destaca Moret, que atribuye lo ocurrido este año a las consecuencias del cambio climático. «El clima no es tan homogéneo como antes y eso no es bueno para ningún cultivo», añade.

En el resto de áreas frutícolas de Aragón la campaña está siendo más normal, con unos volúmenes de producción «razonables». En Calatayud queda por recolectar el 50% de la fruta, sobre todo de pera blanquilla y otras variedades tardías. En el Jiloca y Valdejalón, más especializados en manzana, también queda recorrido, mientras que Caspe va también adelantado.

La cereza ha sido una de las frutas que mejor comportamiento ha tenido en cantidad de kilos. Sin embargo, los precios no han acompañado y se han situado «a la baja» al haber sido de menor tamaño, lo que le resta calidad. Caspe, Ricla, La Almunia y Calatayud concentran este cultivo, en el que la comunidad se ha convertido en el principal productor en España,

El virus acecha Mazaleón

Lo que trae de cabeza a la localidad zaragozana de Mazaleón es el virus Sharka-m, que va obligar a arrancar el 80% de los melocotoneros de su cooperativa agraria, o lo que es lo mismo, 105 hectáreas. El proceso ya ha empezado. «Habrá que plantear una reestructuración del sector con el apoyo del Gobierno de Aragón», reclama el representante de UAGA. El foco, no obstante, se da por «controlado» y solo está afectando a esta fruta.

Sobre la incidencia del coronavirus, desde UAGA aseguran que habido «cero problemas porque las cosas se han hecho bien». «Se ha controlado el tema de la vivienda, hemos sido bastante responsables y la vacunación ha ayudado», concluyen. El sector dará empleo este año a unos 9.000 temporeros, 4.000 menos de lo normal por el desplome de la producción que se ha dado en el Bajo Cinca.

Aragón cuenta con unas 3.200 explotaciones de fruta de hueso, de las el 90% tiene más de tres hectáreas de extensión. Moret considera que es un sector «bien dimensionado», aunque aprecia una «cierta uberización», con fincas cada vez más grandes y en manos de grandes operadores.