CIDE, la asociación que engloba a cerca de 200 compañías distribuidoras de energía eléctrica, ha presentado el Observatorio de Descarbonización Rural, una iniciativa para medir y dar visibilidad al papel del medio rural en la estrategia de transición energética 2030-2050, así como para facilitar la toma de medidas y acciones concretas que contribuyan a que la España rural no se quede atrás en este proceso.

El proyecto fue presentado este miércoles en una jornada en Madrid con la participación de la secretaria de Estado de Energía, Sara Aagesen; el presidente de CIDE, Gerardo Cuerva; y Oliverio Álvarez, socio de Industria y Energía y responsable del área de Regulación Técnico-Económica de Energía de Deloitte. Posteriormente tuvo lugar la mesa redonda Medio rural, impulso a la descarbonización, en la que intervino Miguel Gracia Ferrer, presidente de la Diputación de Huesca (DPH) y de la comisión de Despoblación y Reto Demográfico de la FEMP, entre otros.

Gracia defendió que los proyectos de energías renovables sean «fruto del diálogo y del consenso y generen oportunidades de desarrollo para el territorio». «Dentro de la transición ecológica debe de considerarse, al menos de igual de importancia, para cohesionar el territorio, asentar al ser humano en el medio rural», argumentó.

También pidió «igualdad de oportunidades y los mismos derechos» para los vecinos del medio rural con respecto a los del entorno urbano. De igual forma, demandó que es necesario que los territorios tengan «compensaciones por esas figuras ambientales que preservan para uso y disfrute de todos los ciudadanos».

Generación renovable

Con este proyecto, CIDE pone a disposición de toda la sociedad el Barómetro de Descarbonización Rural, una radiografía de la contribución y potencial de la llamada España vaciada a un futuro descarbonizado, de acceso público para cualquier ciudadano.

Según el informe, en Aragón hay un coche eléctrico cada mil, solo el 3% de los hogares rurales tienen autoconsumo y apenas el 1% dispone de un almacenamiento eléctrico.

El observatorio surge fruto de la estrecha vinculación de las empresas de esta asociación con el mundo rural y la convicción de que los pueblos están llamados «a desempeñar un papel indispensable» en el proceso de descarbonización de la economía, pues alberga gran parte del potencial de generación renovable nacional, además de presentar las condiciones idóneas para su desarrollo. 

El informe, que recoge los resultados del trabajo realizado durante el primer año del observatorio, tendrá una periodicidad anual y ha sido realizado en colaboración con la consultora Deloitte mediante recopilación de información pública, encuestas a usuarios domésticos y empresas del ámbito rural y otros datos estadísticos aportados por las compañías privadas durante el año 2020.