La incorporación de las mujeres rurales al mercado de trabajo resulta indispensable para reducir la brecha de género en el medio rural y las desigualdades con el entorno urbano, pero existe un gran obstáculo: la falta de empleos por cuenta ajena en las zonas en las que viven.

Según la presidenta de la Federación de Asociaciones de Mujeres rurales (Fademur), Carolina Llaquet, la situación en Aragón cambia mucho de una comarca a otra, pero en la mayoría de casos el autoempleo y el emprendimiento se perfilan como la mejor solución para facilitar la incoporación de las mujeres rurales en actividades económicas y también diversificar el empleo femenino. «En el medio rural se pueden hacer muchas cosas más allá de la transformación agroalimentaria y de los cuidados. Para eso es importante que las mujeres rurales detecten oportunidades», asegura la ponente de las jornadas Emprendedoras en el medio rural.

Desde Fademur, organización que agrupa, representa y ayuda a las mujeres que viven y trabajan en el medio rural, se ofrecen distintos programas para mejorar la inserción laboral y la empleabilidad de las mujeres en los pueblos. Entre estas propuestas destaca la lanzadera empresarial Ruraltivity, un proyecto creado en 2019 a nivel nacional.

La representante de la federación en Aragón explica que la lanzadera acompaña a las mujeres rurales para hacer realidad su negocio, «desde la idea inicial hasta su puesta en funcionamiento y seguimiento posterior», a través de distintas actividades como talleres formativos, asesoramiento personalizado y jornadas donde las participantes comparten experiencias con emprendedoras de otras zonas rurales del resto del país.

La lanzadera ofrece tres niveles de formación (semillero de ideas, germinación de ideas, exploración y frutos) según la fase de desarrollo en la que se encuentra cada iniciativa. Para Llaquet, la principal intención durante todo el proceso es «que las mujeres no se sientan solas».

Desde su puesta en marcha, Ruraltivity ha apoyado 10 proyectos de mujeres emprendedoras rurales en Aragón, «casi todos relacionados con la transformación agroalimentaria, aunque también con la artesanía y la moda». Además, otras 300 mujeres pasan cada año por las actividades que la federación realiza en la comunidad, donde cuenta también con programas de envejecimiento activo para mujeres mayores y el proyecto Cultivando Igualdad para combatir la violencia de género.

Fademur aborda la igualdad de la mujer en el medio rural de manera integral, convencida de que las mujeres son claves para luchar contra la despoblación. «Si nosotras nos vamos, los pueblos se mueren. Queremos quedarnos en nuestros pueblos pero trabajando y viviendo dignamente en ellos», afirma Llaquet.

La ponente ve necesarias algunas «medidas urgentes para frenar el éxodo de mujeres de los pueblos», como garantizar la educación de 0 a 3 años y una red asistencial de cuidados de personas mayores que faciliten la conciliación, la extensión de una banda ancha de calidad para fomentar el emprendimiento rural, o el apoyo a las asociaciones de mujeres como espacios de dinamización y de empoderamiento, entre otras cuestiones.