El proyecto de candidatura de los Juegos Olímpicos de Invierno 2030 avanzaba hasta este viernes más en gestos que en hechos. Pero el presidente catalán, Pere Aragonès, ha admitido el interés que tiene para los territorios pirenaicos la organización de esta cita y por primera vez ha hablado abiertamente de Aragón. «Nos equivocaríamos si los hiciéramos con visión centralista, por lo que estamos en interlocución con todas las instituciones, y entre ellas también el Gobierno de Aragón”, ha dicho el president, que considera que los Juegos pueden ser una “oportunidad” para el territorio siempre que "se enmarque" en una propuesta hecha con el fin de fomentar el desarrollo económico de estas comarcas".

En un encuentro empresarial celebrado en la Seu d'Urgell, Aragonès ha recibido el apoyo del mundo económico de la zona al proyecto olímpico, al mismo tiempo que se ha encontrado con el rechazo de la CUP y de los ecologistas, que han intentado boicotear el acto. Un concejal de la CUP en el ayuntamiento de este municipio ilerdense, Bernat Lavaquiol, y un miembro de la plataforma contra la candidatura olímpica han boicoteado el discurso del presidente catalán en estas jornadas. Lavaquiol considera que esta candidatura deportiva «destrozará el territorio» y condenará a la zona «a vivir de un modelo económico basado en el turismo estacional».

«En 15 o 20 años no habrá nieve», han advertido. Aragonès ha replicado que el plan Pirineos 2030 «debe servir para la diversificación económica de las comarcas y luchar contra la despoblación” porque «no se trata de operaciones urbanísticas y construir nuevas infraestructuras que sean abandonadas», sino de un proyecto “para generar infraestructuras que se mantengan».

Fuentes de la Conselleria de Presidencia han asegurado a este diario que la intención del Govern es “colaborar con todos los territorios”, algo en lo que consideran que no habrá “ningún problema”, aunque ahora mismo “estamos centrados en hacer la consulta en Cataluña, tal y como nos comprometimos en el pacto de investidura, para que la gente opine sobre los Juegos”, han explicado antes de concluir que desde la Generalitat “estamos abiertos a colaborar con Aragón, aunque ahora no estamos aún en esta fase, que es lo que habló la consellera con el presidente Lambán en Zaragoza”.

En ese acto de la Corona de Aragón, la patronal catalana habló de la extraordinaria relevancia que tendría su organización, tras lo que Javier Lambán ha afirmado estar «expectante» por conocer la postura que tome la Generalitat, que por fin parece elegir un posicionamiento político, algo que ya han hecho el jefe del Ejecutivo aragonés; el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez; y el del Comité Olímpico Español (COE), Alejandro Blanco. «Estamos todos expectantes a que la Generalitat acepte que unos Juegos Olímpicos solo se organizan si los promotores de la candidatura se atienen rigurosamente a las normas del Comité Olímpico Internacional (COI), y que asuma las reglas del juego».

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El presidente aragonés ha calificado como «importante» la posición manifestada en Zaragoza por las patronales de Aragón, Valencia, Cataluña, Baleares, con un pronunciamiento «claro y cerrado» a favor de la candidatura planteada desde los Gobiernos de España y aragonés. A este respecto ha afirmado que no vio «mal predispuesta» a la consejera de Presidencia de la Generalitat catalana, Laura VIlagrà, a la aceptación de un acuerdo final, aunque la determinación no se dará a conocer hasta que no concluya la negociación de los presupuestos para el año 2022. La realidad catalana está enredada estos días en la negociación de Junts per Catalunya (JxCat) y Esquerra (ERC) con la CUP, aunque no se muestra un gran interés político más allá de no cortar vías de subsistencia a las comarcas de montaña. Por eso les quieren dejar la decisión última a ellos por medio de una consulta.

De momento, el referéndum con el que Cataluña quiere resolver su participación en la candidatura olímpica no tiene ni fecha. Ni siquiera se conoce si se ceñirá a los territorios pirenaicos que acogerían la cita o recogería también a Barcelona, que sería la sede lógica de alguna de las ceremonias que suponen el principio y el fin del encuentro deportivo. En cualquier caso, su alcaldesa, Ada Colau, no ha mostrado un gran entusiasmo por esta cita y los pasos que se van dando son los que se establecieron en la visita de Pedro Sánchez a Zaragoza junto al presidente del COE, Alejandro Blanco, y el ministro de Cultura, Miquel Iceta. Muy poco teniendo en cuenta que el tiempo aprieta. Para el próximo 20 de febrero, fecha en la que concluyen los Juegos Olímpicos de Pekín, España no solo tendría que tener armonizada la candidatura conjunta de Aragón y Cataluña, sino presentada una propuesta. Los plazos van muy justos, pero Cataluña no se pronuncia. A la vuelta de los presupuestos que se discuten estos días puede llegar por fin la respuesta.