INESTABILIDAD EN LOS MERCADOS INTERNACIONALES

Frente común de la industria aragonesa para urgir soluciones a sus crisis

Empresarios y sindicatos auguran problemas graves si persiste la carestía de la luz y la falta de suministros. Piden que los ertes por los microchips sean como los del covid y que Europa cambie el mercado eléctrico

José Juan Arcéiz (FiCA-UGT), Javier Ferrer (FEMZ) y Ana Sánchez (Industria CCOO), ayer en la rueda de prensa conjunta ofrecida en Zaragoza.  | FEMZ

José Juan Arcéiz (FiCA-UGT), Javier Ferrer (FEMZ) y Ana Sánchez (Industria CCOO), ayer en la rueda de prensa conjunta ofrecida en Zaragoza. | FEMZ / J. H. P.

La industria aragonesa se enfrenta a uno de los escenarios más adversos de los últimos años por la concatenación de varias crisis. Por un lado, la energética, que ha situado los precios de la luz en niveles nunca vistos. Por otro, la de suministros, que llegan con escasez –en algunos casos a cuentagotas– y a unos costes también disparados, con la falta de microchips como mayor exponente del problema. La gravedad de la situación es tal que los empresarios y los sindicatos del sector han decidido unir sus fuerzas en la exigencia de soluciones «rápidas» y «eficaces», algunas a corto plazo y otras a largo, para tratar de que no se cumplan los peores pronósticos que se ciernen sobre este actividad, que supone la columna vertebral de la economía regional.

Los secretarios generales de las federaciones de Industria de UGT y CCOO en Aragón, Juan José Arcéiz y Ana Sánchez, y el presidente de la Federación de Empresarios del Metal de Zaragoza (FEMZ), Javier Ferrer, ofrecieron este viernes una rueda de prensa conjunta en la sede de esta patronal para alertar de las crecientes dificultades que sufre este sector y proponer medidas paliativas y reparadoras. Comparten el diagnóstico de lo que está ocurriendo y también las recetas que deberían aplicarse.

El mayor fuego de la crisis industrial se sitúa de momento en el sector del automóvil, donde ya se han perdido en torno a 1.000 empleos temporales –unos 300 en la fábrica de Stellantis en Figueruelas y 700 en proveedores– por la caída de la producción que ha provocado la falta de semiconductores (microchips). A esta cifra se sumarán pronto los casi 200 trabajadores que serán despedidos por la subcontrata IDL tras quedarse abruptamente sin el servicio que prestaba a la planta Opel. La plantilla de esta matriz lleva ya unos 70 jornadas perdidas desde que comenzó el año entre los días de flexibilidad y los de ertes.

En esta caso, Arcéiz destacó que la peor parte se la está llevando la industria auxiliar. «En Aragón tenemos una gran locomotora (Stellantis), pero hay un montón de vagones que pueden estar en riesgo si continúa esta gota malaya», lamentó. «No podemos perder tiempo. Alguien tiene que tomar decisiones», agregó.

En el resto de ramas industriales de Aragón, aunque existe una preocupación creciente, la sangre no ha llegado al río, ni siquiera en las empresas más intensivas en el consumo de electricidad y, por tanto, más expuesta a su carestía. Por ahora solo una empresa (Ferroatlántica, en Monzón) está aplicando paros productivos para evitar los horas más caras de la luz. Pero los precios siguen por las nubes mucho más tiempo, patronales y sindicatos dan por hecho que los ceses productivos y los ertes surgirán como setas.

«Hay empresas que ya han dicho que si continúa esta situación podrán ertes encima de la mesa», afirmó Sánchez. Desde la patronal, Ferrer aseguró que gracias a los acuerdos de negociación colectiva, por ahora «hay la suficiente flexibilidad para paliar el problemas», pero advirtió que si la inestabilidad perdura se deberán medidas más drásticas. Así lo revela una reciente encuesta de la FEMZ, según la cual, el 5% de las empresas metalúrgicas de Zaragoza se plantea hacer ertes o eres por los elevados precios de la luz y un 3% teme incluso tener que cerrar.

Los tres dirigentes coincidieron en la necesidad de reindustrializar España y Europa, algo que consideran urgente vistos los perjuicios que está generando la sobredependencia de Asia. Para ello, confiaron en que se sepa aprovechar la «oportunidad» de los fondos europeos. «Los políticos tienen que crear las condiciones para que eso ocurra», reclamó Ferrer.

«Tocar» a la eléctricas

En el caso de la falta de materias primas, la representante de CCOO señaló que la situación «controvertida» que se ha desencadenado responde a múltiples causas y una demanda que de forma inédita ha sobrepasado a la oferta. A ello sumó la existencia de un «oligopolio» en determinadas bienes y componentes localizados en Asia. En este sentido, lamentó la «dejación industrial» que ha habido en el viejo continente en las últimas.

Ante el problema de la luz, instaron a que la Unión Europea tome cartas en el asunto y permita que el sistema de formación de precios sea más «racional» sin estar tan vinculados a la tecnología más cara, que suele ser el gas. El líder de la FEMZ lamentó que Bruselas «no esté por la labor» de hacer estos cambios y pidió al Gobierno que intensifique la rebaja fiscal ya aplicada en la factura eléctrica. A nivel local, abogó por aprovechar los numerosas parcelas vacías que hay en muchos polígonos de Aragón para plantas de generación renovables que permitan abaratar los costes energéticos de las industrias próximas mediante sistemas de autoconsumo.

Desde el lado sindical, Sánchez opinó que el problema de la luz «no se puede solucionar sin tocar a nadie ni bajar los beneficios a las eléctricas». «No se puede perder ni un minuto más diciendo que ya veremos porque está en juego la industria europea», agregó Arcéiz.

Hasta que lleguen esos cambios de calado, los tres abogaron por aplicar ertes «de choque» para mitigar los impactos en el empleo, como ocurre ya por la falta de microchips, pero reivindicaron, en este caso, que sean considerados de fuerza mayor, como los del covid. Con esta modalidad, los afectados no consumen y las empresas tiene exoneraciones en el pago de las cotizaciones sociales.

La falta de mano de obra, cada vez más acuciante

Los problemas que acechan a la industria aragonesa son muchos y variados. Además de verse golpeada por la crisis energética desatada por la electricidad y el gas, el tensionamiento de las cadenas de suministro globales y la escasez y encarecimiento de las materias primas y componentes, también padece la falta de mano de obra, sobre todo la cualificada, según advirtieron los empresarios del sector.

El presidente de la Federación de Empresarios del Metal de Zaragoza (FEMZ), Javier Ferrer, explicó que se trata de un déficit cada vez más acuciante en las empresas industriales que está «condicionando» el crecimiento y el futuro del sector secundario. «Falta de todo. Fontaneros, electricistas, montadores de puertas, personal de la construcción...», detalló. «Todo esto y la inflación descomunal que se produciendo afecta a los salarios y los convenios. Nos hace menos competitivos», abundó.

No obstante, el líder empresarial se mostró «muy esperanzado» en que se pueda paliar esta falta de mano de obras a través de la futuro Ley de Formación Profesional (FP), que, recordó, está siendo impulsada además por una «ministra aragonesa», Pilar Alegría, al frente de la cartera de Educación desde hace algo más de tres meses.

Sobre la nueva normativa, aplaudió que esté siendo elaborada de forma «muy negociada» a través del diálogo social con organizaciones empresariales y sindicales. «Esperamos que salga pronto y bien y no tenga dificultades en su aplicación», afirmó Ferrer.