A año y medio vista de aquel 14 de marzo de 2020 en el que se declaró el primer estado de alarma cabe recordar que, desde el primer día, los procuradores zaragozanos y el Ilustre Colegio de Procuradores de Zaragoza estuvieron al pie del cañón cooperando activamente en el funcionamiento de la Administración de Justicia.

Y es que no hemos de olvidar que la Procura fue una de las actividades declaradas esenciales al momento de la referida declaración, lo que pone de manifiesto y a las claras el valor añadido que esta profesión aporta a la Justicia en España y lo imprescindible de esta actividad para el buen devenir como cooperadores necesarios de la misma. 

Cabe pues por ello reafirmar la importancia de la figura del procurador en el presente y futuro de la Justicia española, algo que se ha plasmado en la reciente Ley 15/2021 que mantiene la reserva de actividad de la Procura, no permitiendo su ejercicio simultáneo a la abogacía, profesión hermana y complementaria a la de procurador, siendo ambas indispensables para dar el servicio que los justiciables merecen pero también independientes y con funciones claramente diferenciadas.

Trayectoria

Y habiendo hecho mención al futuro de la Justicia en nuestro país y teniendo presentes las reformas pretendidas por el actual Gobierno, no debemos ni podemos ser ajenas a las mismas pues una profesión como esta, con siglos de historia, más de seis a las espaldas del Ilustre Colegio de Procuradores de Zaragoza, les reafirman en su deseo de estar más presentes en el día a día de la actividad judicial, reclamando nuevas funciones; tal es el caso de la ejecución, que supondría un salto cualitativo poniendo a la Justicia de nuestra nación a la cabeza de sus homólogas europeas. 

La Procura ha demostrado, a lo largo de su historia, la importancia de su servicio tanto hacia la propia Administración de Justicia como hacia los ciudadanos, y es deseo de los procuradores, poniendo todo su empeño en ello, redoblar dicha importancia demostrando, día a día, que su labor no es sólo necesaria sino imprescindible.

En definitiva, la Procura y aquellos que la integran, constituyen una profesión al servicio de la sociedad y sus instituciones, siendo esta un pilar fundamental en el día a día de nuestra Justicia