Carles Tamayo llega al XXII Congreso de Periodismo de Huesca, que tiene lugar desde hoy hasta el viernes, tras darse a conocer con sus reportajes de investigación sobre sectas en Youtube. Tamayo se ha especializado en estos grupos coercitivos, llegando a infiltrarse en el Palmar de Troya para dar a conocer la Iglesia Cristiana Palmariana de los Carmelitas de la Santa Faz. Este año ha tratado la «secta comercial», como él la define, IM Master Academy, que permitió dar voz a más de 700 afectados a través de una denuncia colectiva. En su nueva temporada de reportajes, recién estrenada, aborda distintas teorías de la conspiración y ha dado el salto a los podcast con el programa ‘Disidencia controlada’. Intervendrá este jueves en la mesa redonda ‘Periodismo fuera de las redacciones’ y es el único youtuber del Congreso.

¿Cómo se define?

Siempre pido que me presenten como youtuber porque siempre se ha hablado de ellos para cosas negativas. Si me presentan así, sirve para que la gente, sobre todo el público que no consume tantos vídeos, vea que hay contenido interesante. 

¿Se puede hacer periodismo en Youtube o se ciñe más al entretenimiento?

Yo creo que se puede hacer en todos los lados. En la radio, la televisión, en internet, en Youtube, en Instagram. Antonio Pampliega (periodista español especializado en conflictos bélicos) es un ejemplo. Incluso en TikTok, cada vez hay más contenido divulgativo y la plataforma le intenta dar un empujón. En estas plataformas puedes hacer cualquier cosa porque el medio nunca es el problema. La directora de opinión del diario El Mundo puso un comentario, en mi opinión bastante desafortunado, en relación a mi ponencia en el Congreso de Huesca. «Si llamamos periodista a un youtuber, apaga y vámonos». Yo pensé que estaba dejando fuera mucho contenido periodístico interesante. Sí es cierto que soy el único youtuber del panel de la ponencia y es totalmente legítimo que a alguien no le guste mi canal, pero ese mensaje hablando de una plataforma donde se suben miles de horas de contenido cada día no tiene ningún sentido. Se puede hacer periodismo en todos lados. Es mi opinión, claro. 

¿Esperaba que la serie del Palmar de Troya tuviera tanto éxito?

La serie del Palmar ya la hice conociendo el lenguaje narrativo de Youtube, que es muy diferente a la televisión. Si los hubiera sacado en televisión no hubieran funcionado y también al revés. Por tanto, ya lo hice adaptado a la plataforma y a su ‘target’ (público objetivo). Obviamente, no me esperaba tanto éxito. Creo que un vídeo ya lleva dos millones de visitas. Era un formato en el que me sentía más cómodo. Al primer mes de dedicarme a Youtube ya me podía ganar la vida con ello. 

«Impacta conocer buenas personas dentro de las sectas que creen estar haciendo el bien»

¿Cómo recuerda ahora su paso por el Palmar?

Cuando miraba información sobre el Palmar me preguntaba por qué nadie había hablado con ellos. Me gustaría volver aunque sea poco viable. Yo no sabía lo que era una secta y me impactó conocer gente que está dentro de estos grupos y ver que son buenas personas, que lo hacen todo pensando que están haciendo el bien. La imagen que tenía hasta entonces era de gente rara, mala, que hace rituales satánicos. Luego ves personas que creen que se están sacrificando por un bien mayor para salvar a la humanidad o a sus familiares del apocalipsis que se acerca y al que solo los palmarianos (fieles del Palmar) sobrevivirán… es una de las cosas que más me impactó. 

IM Master Academy, la secta comercial que analizó, no aparentaba serlo tanto como el Palmar, que tenía por ejemplo elementos ultracatólicos

Al final, lo que hace una secta no es en qué crees. Se usan una serie de elementos de manipulación coercitiva. Sobre todo si te separan de tu familia o condicionan tu realidad a partir de tus creencias, que es un poco lo que analizo en los reportajes. Eso se puede hacer en base a una creencia política, religiosa o económica. Las sectas comerciales siguen esas pautas pero con otro aspecto. Aquí está el problema, identificamos las sectas con algo religioso y no tiene por qué. 

¿Es fácil caer en este tipo de grupos?

Yo creo que sí. Se aprovechan de momentos de debilidad de la gente y todos los tenemos. Es estar en el peor lugar, en el peor momento y toparte con la persona menos indicada. Llevo dos años con este tema y cuando voy por la calle detecto estos grupos de manipulación coercitiva. No sabía que estaba tan extendido. Por pura estadística es probable que te puedas topar con uno afín a tus intereses.