El sector de la maquinaria de obras está de remontada, a pesar de las turbulencias que han surgido en los últimos meses por la crisis de suministros y materias primas. Así lo refleja Smopyc 2021, el mayor salón de esta actividad que se celebra en España y el sur de Europa, y que abrió este miércoles sus puertas en la Feria de Zaragoza con una gran afluencia de visitantes. Hay optimismo y buenas vibraciones entre los 926 expositores presentes en la cita, lo que supone un incremento del 6% respecto a la anterior edición de 2017, algo meritorio si se tiene en cuenta que persisten algunas dificultades de la pandemia. También aumenta de forma importante la superficie de exhibición, que suma un total de 83.253 metros cuadrados, lo que representa 18.000 más. 

El acto de inauguración contó con la participación del vicepresidente y consejero de Industria del Gobierno de Aragón, Arturo Aliaga, y el presidente de la institución ferial, Manuel Teruel. El primero expresó su satisfacción por la vuelta de este salón, «uno de los motores internacionales de maquinaria de obras públicas y minería más importantes de todo el mundo», destacó, lo que consolida a Aragón «como uno de los centros de referencia» de este ámbito en España.

Smopyc es un buen termómetro de la situación del sector de la construcción, que «a pesar de la pandemia no dejó de trabajar», explicó Jorge Cuartero, director general de la Asociación Española de Fabricantes de Maquinaria de Construcción, Obras Públicas y Minería (Anmopyc), una organización con sede en Zaragoza que agrupa a 130 compañías, de las que el 25% son aragonesas. «2020 terminó de una forma positiva y se mantiene esa inercia en 2021», aseguró.

La recuperación no está exenta de preocupaciones por los «problemas comunes» que afectan a toda la industria, con la que está muy vinculada esta actividad, como la escasez y el encarecimiento de las materias primas, la falta de ciertos componentes o el incremento de costes logísticos. A pesar de estas amenazas, «el sector está funcionando y las expectativas son buenas», recalcó Cuartero.

Falta de mano de obra

Otro gran problema que preocupa, subrayó, es «la falta de personal cualificado a todos los niveles», desde un soldador, encofrador o albañil, lo que está haciendo que «no podamos tener la velocidad que querríamos en la ejecución de las obras». La construcción vuelve a estar al alza y cada vez hay más obras, lo que hace que existan alrededor de 700.000 puestos vacantes. A pesar de ello, desde Anmopyc creen que la solución «no es fácil ni inmediata».

También se percibe una reactivación de las obras públicas, aunque sigue lejos de los niveles previos a la gran recesión de 2008. El sector confía en que vaya a más en los próximos meses y años. «Estamos esperando la recepción de los fondos europeos Next Generation que pueden dar un impulso para prolongar esta racha positiva», señala Cuartero.

Las expectativas de la organización sobre la afluencia de visitantes son elevadas, como así lo revelan los buenos datos de ocupación de los hoteles de la ciudad. En la edición de hace cuatro años se lograron los 55.000 asistentes, una cifra que parece al alcance de la mano a pesar de las dificultades para atraer público de terceros países por las limitaciones en la movilidad internacional que aún existen por el covid. 

La primera jornada dejó sensaciones positivas. El trasiego de maletas y personas fue una constante por los pasillos de la feria, donde los acentos extranjeros se escuchaban con frecuencia. El ajetreo en los expositores también era destacado. «La cosa pinta bien. Hay más jaleo del que esperábamos», aseguraron en el mostrador de una de las empresas aragonesas que participan.

Fabricantes chinos

El 39% de las 926 empresas participantes vienen del exterior (359 procedentes de 28 países de los cinco continentes) y el 61% españolas (567, de las que 120 son aragonesas). La feria es de carácter trienal, pero no puedo celebrarse el pasado año debido a las restricciones sanitarias y se pospuso a estas fechas. La próxima edición será en 2023. 

Smopyc expone las últimas innovaciones en maquinaria y tecnología dedicada al sector de la construcción, las obras públicas y la minería. Entre las empresas expositoras destaca la entrada con fuerza de los fabricantes chinos, como la marca LiuGong ,que distribuye en exclusiva la compañía aragonesa Dir. También se nota cómo la «ola verde» de la sostenibilidad está cogiendo fuerza en estos mercados, con motores más eficientes y máquinas híbridas o eléctricas que generan menos contaminación.

Smopyc vivió ayer la primera de las cuatro jornadas que componen esta feria, una de las más importantes que se desarrollan en Zaragoza, en la que se entregaron los reconocimientos del concurso de novedades y mejoras técnicas, que recayeron en ocho productos. También se concedieron los premios Torres Quevedo, que distingue a los estudiantes con nuevas ideas sobre maquinaria. En la agenda de hoy destaca una jornada sobre el futuro de máquinas y el papel de las patentes en la ingeniería civil. 

Alta ocupación en los hoteles gracias a las reservas de última hora

La feria Smopyc ha llenado los hoteles de Zaragoza. Aunque no ha sido hasta la bandera para el conjunto de alojamientos, el tirón de este salón profesional es indudable y las cifras de visitantes están siendo elevadas a pesar del contexto de la pandemia y las limitaciones de movilidad internacional que aún existen. El grado de ocupación en los establecimientos es «alto», sobre todo en los situados en el centro de la ciudad, donde sí se ha llegado a colgar el cartel de completo en algunos casos, según explicó Antonio Presencio, presidente de la Asociación de Hoteles de Zaragoza. Eso sí, precisó que estos buenos resultados están siendo posibles gracias a las reservas de última hora. «La ciudad está recuperando el liderazgo en ferias y congresos. Smopyc es un importante avance en la reactivación de nuestro sector, que confiamos en que continúe en los próximos meses», apuntó. Las expectativas para el puente de diciembre son más positivas.