Fomentar la seguridad y la prevención de accidentes en el medio natural aragonés. Con este objetivo, la campaña Montaña Segura ha presentado hoy la nueva cartografía ATES en el macizo de Monte Perdido-Ordesa. Además se han dado a conocer los resultados de las encuestas realizadas a más de 10.000 personas este verano en el Pirineo aragonés y la Sierra de Guara.

Ante el inicio de la temporada de esquí y los recientes episodios de nevadas, la directora general de Interior y Protección Civil, Carmen Sánchez, acompañada por la delegada territorial del Gobierno de Aragón en Huesca, Carmen Luesma; la gerente de la Federación Aragonesa de Montañismo (FAM), Carmen Maldonado; y la coordinadora de la campaña Montaña Segura, Marta Ferrer; ha hecho un llamamiento a la prudencia y ha destacado la necesidad de extremar la precaución a la hora de practicar actividades en la montaña. Preparar la excursión con antelación y tener formación en nivología y aludes son indispensables para los montañeros invernales. “Solo así se disfruta en la montaña nevada y, lo más importante, esta formación puede llegar a salvar nuestra vida o la de nuestros compañeros”, ha explicado Carmen Sánchez.

Para reforzar la prevención de accidentes en la montaña, Montaña Segura cuenta con la cartografía ATES, una herramienta para la correcta valoración del grado de peligro y gestión del riesgo en la montaña nevada que clasifica el terreno en función de su grado de exposición a los aludes. Desarrollada por Cam Cambell en Canadá en el año 2010, esta herramienta complementa al Boletín de Peligro de Aludes (BPA) que de manera diaria emite la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET).

La cartografía del macizo de Monte Perdido – Ordesa, presentada hoy por la gerente de la Federación Aragonesa de Montañismo (FAM), es la cuarta que realiza Montaña Segura y se suma a las ya existentes para Aneto, Infiernos-Balaitus y Posets. De esta manera, todos los refugios de altura del Pirineo aragonés (Respomuso, Bachimaña, Ángel Orús, Estós, Renclusa, Cap de Llauset y, ahora, Góriz) ya cuentan con cartografía ATES, una prioridad para Montaña Segura, ya que estos son instalaciones de seguridad para los montañeros, pero que, a la vez, y por estar abiertos todo el año, tienen un efecto llamada y son zonas frecuentadas por los montañeros invernales.

La metodología de ATES, que está disponible en la página web de Montaña Segura, da como resultado una cartografía, un mapa, de clasificación del terreno de aludes. Con este mapa en una mano y el BPA del día en la otra, el montañero invernal deberá elegir qué ruta es la que mejor se ajusta a la estabilidad del manto nivoso y a su propia experiencia y la del grupo que le acompaña. La consulta ayuda al montañero invernal en la toma de decisiones, permitiéndole elegir actividades y recorridos que eviten las zonas de mayor peligro.

Más de 10.000 personas encuestadas este verano para mejorar la seguridad

Hoy también se han presentado los resultados de la campaña de encuestas realizadas este verano en el Pirineo aragonés y la Sierra de Guara. Entre el 9 de julio y el 16 de agosto se recogieron datos a más de 10.000 personas, que pertenecían a 3.052 grupos, a lo largo de casi 300 horas de presencia en el medio natural.

Concretamente, se efectuaron 62 jornadas de encuestas (44 en el Pirineo y 18 en la Sierra de Guara) distribuidas en 10 lugares y rutas de alta frecuentación (lugares con elevado número de visitantes).

La coordinadora de la campaña Montaña Segura, Marta Ferrer, ha señalado que se ha observado “una cierta recuperación del perfil del montañero habitual de la pre-pandemia, al que se suma el de las personas que se iniciaron en estas actividades el año pasado, precisamente porque, por las restricciones sanitarias, no podían viajar al extranjero y, además, buscaban destinos poco masificados y al aire libre”.

Montaña Segura analiza de manera diferenciada el perfil de las personas que practican senderismo, alta montaña, la ascensión al Monte perdido, la ascensión al Aneto y barranquismo, ya que cada actividad tiene diferentes requerimientos de formación, material y experiencia.

La coordinadora del programa ha destacado que entre los que practican senderismo, actividad que con la pandemia se ha potenciado y que es la actividad de iniciación a los deportes de montaña por excelencia, se ha observado que el 56% iba sin mapa; el 39%, sin brújula ni GPS; y el 59%, sin botiquín, por lo que “la equipación de grupo debe mejorar". Mejor equipados iban los grupos que practican alta montaña, aunque el 44% iba sin mapa; el 26%, sin brújula ni GPS; y el 36%, sin botiquín”.

En cuanto al Aneto, una de las ascensiones que más visitantes concentra durante el verano por ser el tresmil más alto del Pirineo, las encuestas indican que es un punto visitado en su mayoría por montañeros experimentados. “El 93% aseguraron estar acostumbrados a realizar ascensiones como la que están realizando, aunque después un 12% afirmó tener 0 años de experiencia previa en montaña, y otro 4% la lleva practicando 2 años o menos”, ha explicado Marta Ferrer. “En el otro extremo, un 52% lleva más de 10 años en la práctica”, ha añadido.

En el caso de Monte Perdido, el 89% dijeron estar acostumbrados a realizar ascensiones como la que están realizando (Monte Perdido). Un 24% no habían ascendido nunca ningún pico de 3000 m y otro 18% sólo habían ascendido 1 ó 2 picos de estas características. Un 24% había ascendido más de 10 cimas de estas características.

Finalmente, según las encuestas realizadas en tres barrancos de la Sierra de Guara (Formiga, Peonera Inferior y Oscuros de Balcés), se ha recuperado la presencia del grupo guiado (76% de los grupos encuestados iba con guía) y, con ello, la fuerte presencia de menores de edad (25%), ya que los niños van principalmente en grupos guiados.