El aumento de casos en la comunidad autónoma de Aragón se ha traducido para muchos en la vuelta a adoptar actitudes cautelosas en cuanto a situaciones de riesgo. Frente a los datos de contagios que aumentan cada día, son muchos los que comienzan a optar por limitar su actividad social. Con las festividades navideñas cada vez más cerca, el sector de la hostelería comienza a notar las primeras cancelaciones de las tradicionales cenas de empresa. Los mismos que hace semanas se mostraban optimistas ahora temen que las posibles restricciones se conviertan en un problema a la hora de realizar los eventos más grandes que llevan ya varias semanas programados.

En muchos casos están siendo las grandes empresas las que están apelando a la responsabilidad individual y recomendando a sus empleados limitar este tipo de actividades sociales en las que la presencia de un positivo podría acabar por crear un brote de contagios dentro de la propia empresa. En el caso de las celebraciones con menos invitados, cenas de empresas más pequeñas, grupos de amigos o familias, las reservas se están manteniendo y apenas se han registrado cancelaciones.

En el restaurante Albarracín, situado en el centro de la ciudad, ya han comenzado a notar los efectos de esta séptima ola. Muchos de los clientes con las reservas más grandes han optado por cancelar sus eventos. Aun así, desde el establecimiento afirman que «las celebraciones de empresas más pequeñas o grupos de amigos que son menos gente se mantienen sin ningún problema».

Algunos de los lugares que acogen los eventos más multitudinarios como el restaurante El Cachirulo no han registrado todavía grandes cancelaciones y aunque todavía mantienen un alto número de personas que solicitan información para este tipo de eventos. «No se descarta que en las próximas semanas, cuando se acerque la fecha, si las cosas están peor haya cancelaciones», afirman.

Lo mismo ocurre en el restaurante La Scala, situado cerca del casco antiguo de la capital aragonesa, que, aunque de momento continúan con el cartel de completo para las fechas más importantes del próximo mes (Nochebuena, Navidad y los viernes y sábados anteriores a los días festivos), augura cancelaciones una vez sea obligatorio presentar el certificado de vacunación para las cenas más multitudinarias.

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Con la entrada en vigor de la nueva normativa los hosteleros tendrán que solicitar a sus clientes en este tipo de celebraciones el pasaporte covid, un justificante de haber superado la enfermedad en los últimos 180 días o un certificado que acredite tener una PCR con resultado negativo en las últimas 48 horas.

Desde el sector , dueños y gerentes, hacen un llamamiento al público para continuar cumpliendo con las medidas establecidas y aseguran que cumplirán e incorporaran a sus establecimientos «las medidas que se consideren oportunas desde los órganos de gobierno para poder asegurar las seguridad de sus clientes y poder mantenerse abiertos después de las Navidades»