La figura del castillo de Trasmoz se levanta imponente por encima de cualquier edificación a los pies del Moncayo que pueda hacerle sombra. Una fortaleza, con más de ocho siglos de historia a sus espaldas y que fue testigo privilegiado de la frontera móvil de los reinos de Aragón y Navarra, que ahora afronta la primera gran reforma seria de su estructura.

La actuación llega un año después de que su titularidad pasara a manos municipales. Hasta finales de 2020 y desde mediados de los años 70, su propiedad correspondió al empresario Manuel Jalón, inventor de la fregona y de la jeringuilla desechable. En 1988 creó la Fundación Castillo de Trasmoz, que acometió una intervención en la Torre del Homenaje que, hoy en día, es insuficiente para garantizar la seguridad de la estructura y de los turistas que la visitan.

«Cuando el castillo pasó a manos del ayuntamiento encargamos un informe para rehabilitarlo. La idea inicial era darle forma a la sillería existente, pero al comenzar los trabajos nos dimos cuenta de que estaba en peor estado de lo que pensábamos y tuvimos que centrarnos en consolidar la estructura y las piedras», explica a este periódico Jesús Andía, alcalde de Trasmoz. Fue entonces cuando solicitaron la ayuda urgente de la Dirección General de Patrimonio para que no ocurriera «ningún percance» con algún desprendimiento.

Camiones grúa durante los trabajos de rehabilitación. Ayuntamiento de Trasmoz

Uno de los problemas de raíz fue la falta de recursos para un plan integral que ascendería a dos millones de euros. Ante ese escenario y la imposibilidad de sufragarlo de manera propia, hubo que priorizar unas partes sobre otras de la edificación. La parte escogida fue la torre de entrada, aunque Andía remarca que también es necesario en la muralla y en las almenas. Esta primera parte del proyecto estará concluida en aproximadamente un mes y medio y está presupuestada en 45.000 euros, que serán sufragados por la Dirección de Patrimonio, según detalla el propio regidor.

Uno de los puntos que sí deja claros es que se respetará el estilo característico de la fortaleza, huyendo de las intervenciones polémicas, primero por una imposición normativa, pero también como un convencimiento propio. «No nos gustaría que quedara un tipo mecano, porque perdería su encanto», sostiene.

A futuro, sí ve necesario continuar con esta rehabilitación al resto de la edificación, pero de nuevo se dan de bruces con el alto coste para afrontarlo desde sus primeros pasos. «Estamos en contacto que la Diputación Provincial de Zaragoza (DPZ) para que, a través del departamento de asistencia técnica a los municipios, asuma el coste de los 120.000 euros necesarios para elaborar el informe del proyecto de obra. Nosotros no podemos asumir ese coste», confiesa.

Foco turístico

Este plan para rehabilitar el castillo forma parte de una estrategia a futuro para dar un impulso mayor al municipio. Atraídos por la leyenda de las brujas de Trasmoz, el castillo recibía a unos 5.000 visitantes durante la temporada en que está abierto entre Semana Santa y el puente del Pilar. 

Ahora, Andía adelanta que quieren darle un nuevo impulso, tanto cuantitativa como cualitativamente. «Hasta este momento, el castillo estaba abierto solo una hora los sábados y otra los domingos. Una vez que terminen las obras, la intención es ampliar ese horario hasta las siete horas y media u ocho semanales para atraer a más personas».

Con este nuevo empuje, el alcalde espera que la cifra de visitantes se triplique, aprovechando el impulso que la pandemia ha dado al turismo interior. Desde este punto de vista, el regidor remarca que la posición de Trasmoz es estratégica, a solo una hora de distancia de localidades tan importantes como Zaragoza, Logroño, Pamplona o Soria.

Una promoción a la que quieren responder con mayor personal que haga posible esa ampliación de horarios y con una alianza estratégica con el Monasterio de Veruela y con Tarazona para configurar una suerte de triángulo turístico que nutra de visitantes a cada uno de ellos y forme un circuito de interés cultural a las faldas del Moncayo.