La nueva normalidad tras dos años de pandemia de coronavirus regresa este domingo a la fiesta del 1 de mayo, Día del Trabajador, con un buen puñado de incógnitas y sin ninguna excusa sobre las restricciones que trajo el covid a la cita por excelencia de la reivindicación de la clase obrera en el calendario. Será la calle, las plazas, la que dictamine si esta regresa con la misma fuerza que tenía antes, en 2019, cuando miles de personas (15.000 según los sindicatos y 2.500 según la Delegación del Gobierno), se situaban detrás de la pancarta clamando por la derogación de la reforma laboral al presidente Pedro Sánchez.

Ahora la motivación es distinta a la que era y la contrarreforma de aquella normativa del PP que ya ha caído no ha concitado la unanimidad de unos sindicatos que también se someterán a juicio en cuanto al peaje de estos dos años. Su división ante el nuevo texto que ahora está en vigor les separa y eso también se entremezcla con su capacidad de arrastre para situar bajo el paraguas de sus consignas a una ciudadanía que está muy enfadada. Pero esta ya no lo está (o no tanto) por la reforma laboral, como en 2019, sino por la desorbitada inflación y los precios a los que se pagan productos básicos (desde alimentación a la energía o el combustible), porque están creciendo muy por encima de lo que lo hacen sus sueldos.

Por eso los aragoneses tienen que decidir muy bien tras qué pancarta colocarse: la del lema de «la solución: subir salarios, contener precios, más igualdad» anunciada por UGT y CCOO, sindicatos mayoritarios, o la de «exigimos reformas para avanzar» de OSTA, o la de «¡no a esta farsa!» de CGT, SOA, CUT, CATA, CNT, Intersindical y ASC, estas últimas en clara referencia a la reforma laboral que sí firmaron los primeros con el Gobierno de Sánchez. Hay que decidir porque, básicamente, salen a horas distintas o de sitios diferentes, aunque todas con el mismo objetivo de conquistar la calle. Ese escenario que antes del covid llenaban de voces, reivindicaciones y color en la fiesta del trabajo.

2.000 parados menos... pero los precios por las nubes

Pero ahora este también es el mismo que, tras la pandemia, tienen que compartir con una extrema derecha que, con la excusa de ese enfado colectivo, llaman a «reconquistarlo todo» pero solo Cádiz y Zaragoza y en formato concentración. Echando mano de populismo y confrontando con el movimiento sindical, en su terreno de juego y acusándole abiertamente de ser «mafia corrupta».

Y, en paralelo a este pulso, está la estadística que dice que hoy hay 2.000 parados menos que en 2019: había 67.800 en Aragón en el primer trimestre de ese año y ahora son 65.800, después de haber llegado a ser 78.000 en el de 2021. Ese balance que también dice que la población activa ha crecido en 6.000 ocupados más tres años: de 577.200 a 583.400 después de que el año pasado hubiera caído a 566.500.

Son solo cifras que deja un paréntesis covid que actualmente, al menos en cuanto a restricciones sanitarias, parece haberse cerrado para el mercado laboral. Y que dentro no solo ha incluido esa polémica reforma de la reforma laboral (que no derogación, como se pedía en 2019), sino también el incremento del salario mínimo interprofesional (SMI), la consolidación del aumento de las pensiones, una estrategia con los ertes a las empresas afectadas que salvó muchos empleos en los momentos más críticos y que aún hoy está haciéndolo... Pero el calendario es caprichoso y ahora son los precios y la pérdida de poder adquisitivo lo que marca este Primero de Mayo, un cabreo que sería menos si los salarios subieran al mismo ritmo que la cesta de la compra.

CONVOCATORIAS EN 5 MUNICIPIOS

En Zaragoza, UGT y CCOO han convocado a las 11.00 horas en la plaza San Miguel para partir a las 11.30 hacia el Paraninfo. En el mismo sitio a las 12.00 saldrá otra de CGT y SOA, entre otros. Y a las 11.30 en la plaza España la de OSTA. En Teruel, concentración a las 12.00 en la plaza de la Catedral y en Huesca, a las 11.30 en la plaza Navarra. En Tarazona, a las 11.00 en la plaza San Francisco. Y en Andorra, a las 12.30 en la plaza del Regallo.