El secretario de Estado para el Deporte y presidente del Consejo Superior de Deportes, José Manuel Franco, tiene «alguna esperanza» de que Cataluña y Aragón se pongan de acuerdo en las condiciones para una candidatura conjunta a los Juegos Olímpicos de invierno de 2030, pero reconoce que la posibilidad de entendimiento «no va por buen camino».

«Todavía tengo alguna esperanza de que puedan llegar a un entendimiento, aunque no va por buen camino», indicó durante Los desayunos de la APDV, organizados por la Asociación de la Prensa Deportiva de Valladolid, donde admitió que este desencuentro entre ambas comunidades le «entristece», por lo que hizo un llamamiento a ambas «para alcanzar un acuerdo y un consenso» .

En su opinión, «con esta polémica, surgida por la cantidad de pruebas establecidas para una comunidad y otra, lo que va a pasar es que España se quede fuera de poder organizar estos Juegos Olímpicos y eso es lo que no debe suceder, porque es un acontecimiento muy relevante con muchas repercusiones de diferente índole».

En este sentido, recordó que la propuesta de la candidatura la presenta el Comité Olímpico Español y que a este organismo «le costaría presentar una por separado, sobre todo cuando otras candidaturas no le causan problemas al Comité Olímpico Internacional».

«Los españoles no entienden que una decisión que no tiene calado, como es el número de pruebas que se realiza en cada comunidad, deje al país sin Juegos Olímpicos de invierno», añadió Franco, quien consideró que «aún hay espacio y tiempo, aunque cada vez menos, para llegar a un consenso».

Por eso reiteró su llamamiento a la «búsqueda de ese acuerdo», para lo cual, dijo, «se necesitará que haya cesiones por alguna de las partes» y precisó que, al menos en la reunión en la que él participó, entre los representantes de Cataluña y Aragón vinculados al proyecto, «no había trasfondo político».

Sin embargo, el presidente aragonés, Javier Lambán, que en las últimas semanas había atizado sin piedad al COE, ha tomado un tono «más conciliador» en los últimos días. Ayer aseguró que su Gobierno está trabajando «con discreción, sin declaraciones y sin grandilocuencias» para que el «culebrón» de la candidatura conjunta tenga un «final feliz».

Lambán insistió en que no le parece «un disparate» lo que pretende el Ejecutivo que preside, que no es otra cosa que la candidatura tenga un «reparto equilibrado» de las pruebas tanto en cantidad como en calidad.

Ante la cercanía del 20 de mayo, la fecha dada como límite por el COE para cerrar una el proyecto a presentar ante el COI, Lambán rehusó hacer más declaraciones pero incidió en que lograr un reparto equilibrado entre dos territorios «con nieve y capacidad» no debería ser algo «inalcanzable».