El 25 de mayo de 1982, el día en que CEOE Aragón se constituyó con el firme propósito de defender los intereses de las empresas de la región, España era otra. De eso no hay ninguna duda. Sin embargo, hay elementos que nos tientan a ver equivalencias. Una inflación rondando los dos dígitos, el atisbo de una ansiada recuperación económica y aquel rayo de optimismo que fue el Mundial de Fútbol y que bien podría ser el verano sin mascarillas que todos esperamos. Todo ello sin olvidar que, aquellos mismos días, España ingresó en la OTAN, a la que ahora volvemos a mirar con el corazón puesto en Ucrania y la incertidumbre económica sobrevolando los planes de nuestras empresas.

Eran días difíciles, como lo son ahora. Por ello, es tiempo de revalidar la labor que ha desarrollado CEOE Aragón todos estos años con valentía y compromiso, los mismos valores que hoy sigue ostentando y que necesitamos los empresarios para afrontar, en manos de la mejor representación, la etapa económica que nos queda por delante.

Desde la presidencia de CEOE, vemos con orgullo como las organizaciones empresariales son un eje vertebrador y un elemento fundamental de cohesión territorial, económica y social. En este sentido, que una organización como CEOE Aragón lleve 40 años trabajando por y para los intereses de las empresas aragonesas tiene mucho que ver con el avance económico de la comunidad autónoma en este sentido.

Más de 30.000 empresas asociadas

El hecho de que cuente con más de 30.000 empresas asociadas, entre grandes, pymes y autónomos, trabajando por el desarrollo socioeconómico de la Comunidad autónoma, desde el crecimiento de la actividad empresarial y la mejora de su productividad, entre otros fines, hace de la organización una forja que sostiene la unidad de acción empresarial en tiempos complejos como los actuales.

Esta labor va más allá, si cabe, de los intereses empresariales, puesto que las empresas son el motor de las economías y, por ello, celebrar los 40 años de existencia de CEOE Aragón es un acto en el que caben todos los aragoneses.

Son tiempos en los que hace falta unidad, coraje para afrontar esta coyuntura imprevisible que nos acompaña desde hace varios años, y en los que es preciso tener referentes claros y solventes para no perder la orientación. CEOE Aragón es uno de esos referentes a los que mirar. Cuidemos lo que hemos construido para que nos ayude a seguir construyendo.

Finalmente, porque necesitamos empresas y territorios cohesionados, cuyo proyecto se contemple en el largo plazo, por encima de los ciclos económicos, para dar estabilidad a nuestras economías, nacionales o locales, espero y deseo que CEOE Aragón disfrute al menos de otros 40 años de actividad. Y que para entonces podamos decir que, gracias a organizaciones como esta, España volvió a superar la crisis y se embarcó en una nueva etapa de modernidad y crecimiento económico y social.