Aragón registró en julio casi un concurso de acreedores por día, alcanzando un total de 26 en el primer mes tras el vencimiento de la moratoria aprobada por el Gobierno en la primavera de 2020 como una de las medidas de protección frente al impacto económico de la pandemia del covid.

El dato refleja un crecimiento interanual del 73%, un número no demasiado alto si se compara con Asturias (260%), Extremadura (200%) o Castilla-La Mancha (150%), según los datos recopilados por la consultora Informa D&B. Sin embargo, el verdadero aluvión de declaraciones de insolvencia empresarial se espera para otoño. No obstante, algunos expertos ya avisan de que muchas pequeñas empresas han ido cerrando durante estos dos años de forma desordenada y sin presentar concursos de acreedores.

Las empresas afincadas en Zaragoza lideran la lista en la comunidad, con 20 solicitudes de concursos por insolvencia. Por sectores, la construcción e inmobiliarias sumaron nueve concursos en las tres provincias aragonesas. 

De acuerdo con el seguimiento de los procesos concursales publicados en el BOE que realiza Iberinform, el tejido empresarial registró en julio un aumento interanual del 10% de las insolvencias empresariales. En el conjunto del año acumulan un incremento del 5%. Los mayores incrementos se registran en la industria automotriz (200%), el sector primario (84%), la industria alimentaria (54%), el transporte (40%), la industria extractiva (33%), el comercio al por menor (26%), el comercio de automoción (24%) y la construcción (23%).

Es ahora, tras dos años de 'impasse', cuando toca devolver los créditos –sobre todo los ICO–, regresar a unos tipos de interés que ya no serán reducidos y operar en un mercado inflacionista. Y aquí se halla la razón principal por la que muchas empresas se declararán como insolventes.

El último pronóstico del Banco de España, publicado hace un par de meses, pronosticaba que en España se presentarían a concurso de acreedores unas 50.000 empresas cuando finara la moratoria.