A toda máquina. Así puede definirse el ritmo de trabajo que se sigue en las obras de Adif en Zuera, dentro de la línea de Zaragoza-Huesca, para llegar a tiempo al 31 de agosto y las afecciones que ahora sufren los usuarios sean solo durante un mes prvisto. Un objetivo que, según las fuentes oficiales del gestor de la infraestructura, «se está cumpliendo» y se hará realidad dentro de lo establecido en el cronograma del proyecto. Aunque para ello el esfuerzo, en medios humanos y materiales, está siendo ingente, ya con «unos cien trabajadores» a pie de obra, decenas de máquinas y «24 horas ininterrumpidas» cada día, por la mañana, la tarde y la noche, el fin de semana o un puente festivo como el que acaba de pasar.

Un centenar de operarios trabajan en un tramo de casi 9 kilómetros. | ÁNGEL DE CASTRO

No hay tregua para sustituir los casi nueve kilómetros de vía y reforzar el terreno para evitar sorpresas el día de mañana. Descartado que el origen del deterioro del suelo sobre el que se asienta la infraestructura obedezca a la presencia de dolinas, garantizar la seguridad cuando finalicen las obras en este punto está por encima de todos los retos que representa esta intervención. No se corta esta vía por la que pasan a diario trenes de media distancia y alta velocidad para un proyecto que no sea de envergadura y este lo está siendo. Parece como desmontar un ‘scalextric’ para luego volver a montarlo con piezas nuevas, y es llamativo ver cómo se hace, para los pocos que tienen acceso a esta zona de obras en el término municipal de Zuera.

EL PERIÓDICO DE ARAGÓN ha tenido acceso a esta intervención que mueve cifras mareantes, o al menos poco habituales, en obras de estas características realizadas en la comunidad. No es baladí que el proyecto esté valorado en 14 millones de euros ni que el día de mañana, cuando esté completado, incorpore novedades como la incorporación a la infraestructura de un sistema de seguimiento en tiempo real y a distancia del estado de la infraestructura. Para ello, se están ejecutando unas obras que consisten en la instalación de un modelo de instrumentación en un tramo de 400 metros de longitud mediante aparatos que permiten monitorizar ese estado de la vía.

Otras cifras que deja esta primera fase del acondicionamiento del terreno en el ramal de Huesca de la línea de alta velocidad Madrid-Zaragoza-Barcelona, son las del refuerzo de la plataforma mediante geocompuesto (materiales sintéticos usados para mejorar el drenaje en diversas superficies), que se instalará bajo el balasto, en los tramos donde el terreno es menos compacto. Serán, en total 62.788 metros cuadrados de esta geomalla que hará esa función de aislante ante posibles filtraciones de agua en la infraestructura.

Avance de los trabajos en el tramo de Zuera de la línea de Huesca. | ÁNGEL DE CASTRO

Antes, se deben acometer mejoras de drenaje en 300 metros de longitud para evacuar el agua que se filtra en el terreno. «Para ello se ejecuta una cuneta y una bajante en la vaguada que queda entre los dos terraplenes de ambas vías y unos drenes en el estribo del viaducto», explican las citadas fuentes oficiales de Adif.

Y es que el proyecto integra obras de mejora del terreno bajo la plataforma de las vías, con el objetivo de mejorar su consolidación y evitar futuras afecciones sobre la infraestructura ferroviaria. De este modo, se aumentará la capacidad portante del terreno de cimentación.

Mientras, para la consolidación de la plataforma también se tienen que realizar inyecciones de mortero seco, con hasta 4.192 metros cúbicos y 27.527 metros de perforación para llegar hasta los 25 metros de profundidad. Para lograrlo se están realizando unos 800 metros al día, entre perforaciones e inyecciones de mortero.

Pero lo más llamativo a la vista es ver cómo se están levantando los 8,6 kilómetros de superestructura de vía (tanto de ancho convencional como estándar) para su posterior reposición. O la excavación de casi 21.300 metros cúbicos de tierras o la reposición de 6.390 metros de de canaleta prefabricada para cables.

Son las grandes cifras de una obra que tiene marcado en rojo en el calendario la fecha del 1 de septiembre, que es cuando se restablecerá la circulación en el tramo Villanueva de Gállego-Zuera-Almudévar y volverán a pasar los trenes en dirección a Huesca o a Zaragoza. Un objetivo que hoy Adif tiene claro que «se va a cumplir». Aunque haya que trabajar en alta velocidad y sin descanso.