El Periódico de Aragón

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LA VIDA EN EL MEDIO RURAL

Las tiendas de pueblo, como un oasis en medio del desierto

Este servicio hace más fácil la vida a sus vecinos, que no cogen el coche para comprar | Las localidades de El Frago y Biel comparten multiservicio desde hace unos meses

Esta es la tienda de alimentación de Biel. SERVICIO ESPECIAL

Bien saben los vecinos de los pueblos más pequeños y recónditos de Aragón lo importante que es contar con una tienda que haga las veces de carnicería, frutería, verdulería, ferretería e incluso droguería. Lo saben ellos y lo saben también sus alcaldes, quienes no dudan en reconocer la enorme labor de quienes se sitúan detrás de estos mostradores.

Uno de ellos es Javier Jordán, alcalde de Aranda del Moncayo, quien admite que se trata de un servicio cuya importancia está «a la altura del alojamiento y la restauración». Para Jordán, la tienda de María José Revuelto en Aranda es «esencial» e «imprescindible», pues es un multiusos «con mucho género» y «más que suficiente» para este municipio de la Comarca del Aranda.

De no existir este establecimiento, sus vecinos se tendrían que desplazar hasta Illueca, cabecera comarcal, en un trayecto que les lleva unos 20 minutos en coche contando además con un trazado incómodo y de muchas curvas. El alcalde asegura que la tienda se valora todavía más en invierno, cuando tan solo están unos 70 habitantes en el pueblo. A nivel institucional, el Ayuntamiento de Aranda se hizo este año con una línea de ayudas de 10.000 euros para apoyar a los autónomos de la localidad, por lo que María José se vio beneficiada con su parte proporcional.

"Somos optimistas. En los pueblos somos la tira de resistentes», dice la alcaldesa de Angüés

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La otra cara de la moneda la pone Herminia Ballestín, alcaldesa de la localidad oscense de Angüés. Allí cerró este pasado miércoles la tienda de ultramarinos que regentaba María Pilar Ciprés durante más de 40 años. Ballestín asegura que todas estas mermas aumentan la dificultad de seguir viviendo en los pueblos. «Es una decisión personal porque se jubilaba, es algo entendible y previsto. Hay que entender que todo llega a su fin y es una pena», admite Ballestín, quien se resiste a rendirse y asegura que luchará por recuperar este establecimiento: «Vamos a intentar trabajar por devolver el servicio al pueblo, a ver cómo lo solucionamos y lo paliamos. De momento, esta semana ya hemos visto subir al panadero a repartir el pan. Fácil no es, pero te puedo decir que somos optimistas. En los pueblos somos la tira de resistentes».

Por su parte, Feliciano Tabuenca, diputado delegado de Bienestar Social, comenta que cada vez hay menos servicios básicos en los pueblos como, por ejemplo, estas tiendas que tienen fecha de caducidad con la jubilación de quienes la regentan o cuando dejan de salir los números en poblaciones especialmente pequeñas. «Se trata de que la gente mayor tenga la posibilidad de comprar lo mínimo, cosas que puntualmente necesitas. Hay que articular de una manera u otra que se vean cubiertos los servicios básicos», sostiene.

Multiservicio rural

El Frago y Biel comparten un multiservicio del que estas dos localidades de las Cinco Villas se benefician desde abril. Camilo Deza, alcalde de Biel, cuenta que se enteraron de una subvención de la asociación Adefo Cinco Villas mediante fondos Feder y que conistía en un proyecto de cooperación entre municipios. Por cercanía, contactaron con sus vecinos de El Frago, a quienes le pareció «fantástico».

Desde que se puso en marcha, estos dos municipios cuentan con servicio de podología, peluquería, apoyo emocional, psicológico o de ayuda a domicilio como podría ser acercar la bombona de butano o llevar la compra a los hogares de los vecinos. «Si un vecino lo requiere, también se encargan de buscarle un taxi para el médico», puntualiza Deza. También cuenta con la parte física, la tienda con productos de alimentación y de higiene. No obstante, el alcalde de Biel admite que todavía tienen que «afinar» y «atinar» en la tienda porque no deja de tratarse de un proyecto piloto. «Antes, primábamos los productos de cercanía, pero nos hemos dado cuenta que tiene que ser un añadido porque hay que acercar los alimentos básicos que se pueden encontrar en grandes superficies. Cada vez que recibimos productos nuevos los enviamos por una lista de difusión de Whatsapp para que los vecinos estén al tanto».

Por su parte, José Ramón Reyes, alcalde de El Frago, añade que también se encargan del servicio de buenos días, cuando se pasan por las casas de los vecinos para ver qué necesitan.

El objetivo de proyecto piloto, en palabras del alcalde de Biel, es «acercar los servicios que se encuentran en poblaciones grandes a nuestros pueblos». Pero su idea no acaba ahí: «Cuando termine, tenemos que demostrar que no hay que buscar la rentabilidad, sino demostrar los beneficios que suponen para nuestros vecinos. No nos podemos permitir privarles de ellos porque cuanto menos haya, más se vacían los pueblos».

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