El Periódico de Aragón

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LA TRANSICIÓN ENERGÉTICA

Endesa ata en solitario el nudo energético de Andorra liberado por la térmica

La empresa energética gestionará la mayor parte de los 1.200 megavatios que la central producía y que ahora se producirán con energías renovables | Creará 3.500 empleos en la zona con una inversión de al menos 1.200 millones de euros en un proyecto que estará finalizado en 2029

La demolición de las torres de refrigeración de la Central Térmica de Andorra tuvo lugar el 13 de mayo. Jaime Galindo

El Gobierno de España ha adjudicado a Endesa la explotación del Nudo Mudéjar, que gestionará los 1.202 megavatios de capacidad que se liberaron con el cierre de la central térmica de Andorra con energías renovables. La empresa energética mantendrá el acceso a la red de transporte de electricidad que ya tenía hasta la clausura de la central al alzarse como la vencedora del primero de los 22 concursos de Transición Justa en España con los que se quiere establecer un nuevo modelo de renovables. Endesa gestionará así el tesoro energético de Aragón con una inversión de al menos 1.200 millones de euros (y que podría alcanzar los 2.000 millones) y creará 3.500 puestos de trabajo en el entorno de las Cuencas Mineras para un proyecto que debe estar finiquitado en 2029.

Endesa presentó una propuesta para gestionar una potencia instalada de 953 megavatios. Sin embargo, la compañía podría acabar por gestionar la capacidad total del nudo: las bases reguladoras estipulaban, ya en noviembre de 2021, que si la oferta ganadora no copaba la totalidad, esos 1202 megavatios, se le ofrecería al segundo operador solo si este sobrante era de 250 MW o más. Así, tras la adjudicación a la oferta de Endesa, solo quedarían libres 249 MW.

Por un solo megavatio

Por un solo megavatio, lo que decían esas mismas bases era que se le darían "10 días hábiles" al adjudicatario para adaptar su proyecto o renunciar. Al final, su inversión podría estar más cerca de los 2.000 millones, pero oficialmente lo adjudicado son los 1.200 millones anunciados este lunes por el Ministerio de Transición Ecológica. Fuentes oficiales de Endesa han asegurado que han tenido un conocimiento "informal sobre la adjudicación provisional del concurso", aunque esta sería una "magnífica noticia" para la comunidad gracias a los "ambiciosos planes de desarrollo económico y social" que el proyecto lleva aparejado.

La selección de Endesa como principal gestora de la red deja fuera de juego a los 11 proyectos restantes, pertenecientes a diez operadores distintos. Y dos de ellos tenían marca aragonesa. Forestalia (que se adjudicó concursos de tamaño semejante y los instaló en Aragón) y Grupo Térvalis (con la portuguesa EDP) no gestionarán el nudo aragonés, algo que el presidente del Gobierno de Aragón, Javier Lambán, ha lamentado por contar con "la solvencia técnica y un compromiso por el territorio". De hecho, desde 2019 se había peleado por modificar el anteprotecto de ley del convenio de Transición Justa con el objetivo de dar "oportunidades reales" a las empresas aragonesas.

El proyecto de la compañía que preside Juan Sánchez-Calero Guilarte recoge que los 34 municipios afectados por el fin del carbón en Andorra tendrán un nulo gasto energético gracias al autoconsumo, ya que con la llamada Transición Justa se pretende implementar un modelo que vaya más allá de instalar aerogeneradores y placas solares en el territorio. Esta era una de las condiciones mejor valoradas por la licitación: se primarían aquellas propuestas que planteasen un menor impacto medioambiental y aportan que más riqueza y empleo a la zona de influencia de la térmica.

Así, la propuesta de Endesa incluye la instalación en Andorra de una fábrica de electrolizadores para la generación del ahora tan cotizado hidrógeno verde, un gas llamado a convertirse en el petróleo del siglo XXI. El complejo que sería puntero a nivel europeo y que podría generar entre 200 y 250 empleos con una inversión que rondaría los 50 millones de euros.

También recoge otras actuaciones como la instalación de una fábrica de seguidores solares, un centro logístico de recuperación de aerogeneradores o una plataforma de economía circular para parques renovables, destinada esta última a la recuperación, reciclaje y búsqueda de nuevos usos para los componentes. Todas las actuaciones, que deberán estar finalizadas en seis años como máximo, contemplan impactos en el sector primario, secundario y terciario.

El vicepresidente del Gobierno de Aragón y consejero de Industria, Arturo Aliaga, ha señalado que habrá que ser "escrupulosos con la exigencia de que se cumplan los compromisos adquiridos con este concurso", todo ello para cumplir con los compromisos de una revolución verde, justa y sostenible antes de 2030. Bien es cierto que en las quinielas Endesa se situaba como una de las favoritas, aunque otras como Copenhagen Infrastructure Partners (CIP) y las dos compañías aragonesas también tenían vientos a favor.

Plazos y una garantía de 144 millones de euros

Después de que se haya firmado el acta de adjudicación provisional, empieza a contar el reloj para Endesa de cara a hacerse definitivamente con el nudo Mudéjar. El primero, los diez días hábiles antes mencionados para saber si acepta pasar de 953 MW a 1202 MW, adaptando el proyecto, o renuncia. A continuación, dispondrá de tres meses como máximo para solicitar el permiso de acceso. Y una vez se logre, ya puede entrar a trabajar y dispone de esos seis años "como máximo" que marcaban las bases para tener todo terminado.

Pero antes de trabajar en su inversión debe presentar unos avales que no son baladí. Las bases establecían que debería aportar como garantía 120 euros por kilovatio, o lo que es lo mismo, depositar más de 144 millones de euros de garantía para que el ministerio tenga la certeza de que no se echará atrás. O de que si lo hace, no le saldrá gratis.

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