CEOE Aragón prevé un bajo crecimiento pero aleja el riesgo de recesión

CEOE Aragón ha hecho este viernes un balance de 2022, un año que ha ido "de más a menos" por la deriva inflacionista provocada por la guerra de Ucrania pero sin que se hayan cumplido los peores presagios, lo que aleja el riesgo de caer en una recesión. La patronal estima que la comunidad cerrará este ejercicio con un crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) del 4%, mientras que para 2023 vislumbra una clara desaceleración económica, con un avance de solo seis décimas (0,6%), pero sin llegar a caer en los número rojos que se atisbaban hace unos meses.

Las previsiones de la organización empresarial que lidera Miguel Marzo se sitúan en la parte media-baja de la tabla de predicciones económicas sobre la comunidad autónoma que han realizado los diferentes servicios de estudios y organismos. Los vaticinios más optimistas para el próximo año parten del Gobierno de Aragón y la Fundación Basilio Paraíso de la Cámara, que estiman un crecimiento regional del 2,1% y 2%, respectivamente. El más pesimista es Ibercaja, que sorprendió al augurar un incremento de solo una décima, mientras que la Airef y el BBVA prevén tasas del 1,3% y el 1%.

Ibercaja pronostica un desplome de la economía aragonesa en 2023

En lo que coinciden todos los análisis es en que en la economía aragonesa crecerá por debajo de media española. En concreto, CEOE prevé un alza para el conjunto del país del 4,6% en 2022 y el 0,6% en 2023, lo que suponen seis y dos décimas más que en la comunidad, respectivamente. Todo ello, con una inflación media en el intervalo entre el 4% y el 5%.

No obstante, hay que tener en cuenta que el desplome del PIB registrado en 2020 por culpa de la pandemia fue sensiblemente inferior a nivel autonómico, de manera que el margen de recuperación menor. De hecho, según los datos de la Contabilidad Regional publicados esta semana por el INE, Aragón es el territorio que más cerca está del nivel anterior al estallido del coronavirus, a solo un par de décimas de distancia.

2022, un año "malo" para las empresas

Aunque 2022 ha sido un año «complicado» y «malo para las empresas», con continuas revisiones de las perspectivas económicas por los sobresaltos del conflicto bélico y sus derivadas inflacionistas y energéticas, Miguel Marzo reconoció que afortunadamente no se han cumplido los pronósticos más catastrofistas que había para otoño e invierno. "Tenemos que ser optimistas. El último trimestre del año ha sido un poco mejor de lo que preveíamos. Esperábamos entrar en recesión y aunque haya un bajo crecimiento, por lo menos no decrecemos", explicó.

Alertan de la falta de mano de obra y critican al Gobierno de Sánchez por crear inseguridad jurídica con sus normativas

"Es una ventaja competitiva que tengamos un peso del 20% de la industria frente al 15% nacional. Aragón está en una buena posición de salida para los próximos años. Somos optimistas, tenemos sectores muy referentes a nivel nacional", remarcó.

En cualquier caso, el líder de los empresarios aragoneses no quiso quitar hierro a la enorme incertidumbre y preocupación que existe entre los empresarios por las elevadas tasas de inflación, el «grave» problema de la caída de la productividad, la elevada burocracia de las Administraciones públicas y la «inseguridad jurídica» que generan muchas de las normas aprobadas por el Gobierno de España, con cuya gestión se mostró muy crítico.

Falta de mano de obra y paro a la baja

Marzo también alertó sobre el aluvión de licitaciones públicas que quedan desiertas al no poder repercutir los contratistas las subidas de costes y advirtió de la falta de mano de obra en sectores como la hostelería, agricultura o el metal. A este respecto, criticó que el lento despliegue de la formación dual ya que represente menos del 2% de la oferta de FP.

«La guerra la tenemos en casa y nos está afectando porque además tenemos una gran dependencia energética de terceros países», afirmó Félix Longás, vicepresidente de CEOE Aragón. La desaceleración económica, sin embargo, no está siendo «tan abrupta» como pensaba al inicio de la guerra o en verano. «Pensábamos que en segundo semestre entrábamos en recesión y eso afortunadamente no se ha cumplido», agregó. 

Destacó también que España presenta mejores previsiones de crecimiento que Europa para 2023, pero recordó que sigue «a la cola» en cuanto a la recuperación de los parámetros de 2019. 

La patronal confía en que el paro siga a la baja y lamenta el lento despegue de la FP dual al no llegar al 2%

Aunque en los últimos meses se ha aliviado la espiral inflacionista, Longás advirtió que todo apunta a que los precios seguirán subiendo a tasas «muy altas», lo que está provocando una estrechamiento de los márgenes de beneficio de las empresas ante la imposibilidad de trasladar a sus productos y servicios toda la subida de los costes de producción. «Hace falta raciocinio para reconducir la situación y evitar los efectos de segunda ronda», afirmó.

En cuanto al empleo, el vicepresidente de CEOE Aragón subrayó que se está teniendo un comportamiento mejor de lo esperado «gracias a que las empresas estamos resistiendo» y confió en que la tasa de paro de la comunidad siga bajando en 2023 «si no aparece un cisne negro».

Por su parte, el presidente de CEOE en Huesca, Fernando Luna, reclamó más partidas para las políticas de desarrollo rural y el cumplimiento del Pacto del Agua, al tiempo que alertó del mal estado de las carreteras de su provincia. Juan Ciércoles, líder de la patronal en Teruel, destacó el buen comportamiento del sector turístico y celebró la aprobación de las ayudas al funcionamiento empresarial, pero demandó que se incremente su cuantía.

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