LA VISITA DEL REY

Felipe VI y La Aljafería: un hito y una mueca

El Rey ha hecho una visita rápida al palacio amurallado que acoge la sede de las Cortes de Aragón, donde en 1986 puso la primera piedra de su rehabilitación

Alegría, Sada, Felipe Vi y Lambán, en una de las albercas del Patio de Santa Isabel.

Alegría, Sada, Felipe Vi y Lambán, en una de las albercas del Patio de Santa Isabel. / ÁNGEL DE CASTRO

Ignacio Martín

Ignacio Martín

El paso de Felipe VI por La Aljafería, al menos en su apartado público, ha sido fugaz. Un paseíllo de entrada admirando el impresionante monumento, un saludo a todos los diputados que han querido acercarse hasta el patio de Santa Isabel y un pequeño discurso del presidente de las Cortes de Aragón, Javier Sada, antes de perderse escaleras arriba en dirección al Salón del Trono y degustar algunos de los productos de la tierra junto a políticos y autoridades varias.

No faltaron los presidentes de las diputaciones provinciales, los alcaldes de Zaragoza, Huesca y Teruel, expresidentes de las Cortes, portavoces de los grupos parlamentarios, expresidentes de la Cámara como Antonio Embid o Violeta Barba, la Letrada Mayor de las Cortes de Aragón Carmen Agüeras, Antonio Cosculluela y numerosos consejeros encabezados por el presidente Javier Lambán. También había ministra, de Educación y aragonesa, Pilar Alegría.

Casi todos han tenido que esperar a la llegada del monarca, que se ha retrasado 20 minutos antes de situarse en la alberca septentrional para escuchar el discurso de Sada, breve y directo. "Usted forma parte de los hitos históricos recientes del palacio", ha comenzado el presidente de las Cortes, palabras que ha acompañado el Rey con cara de sorpresa y una mueca que ocultó tras una media sonrisa. ¿No será demasiado eso de hito...? Algo se ha explicado.

"En mayo de 1986 colocó en el patio de San Martín la primera piedra de la futura sede de las Cortes de Aragón, que en 2023 también están de cumpleaños, 40, nada menos. Ese mismo día recibió la primera Medalla de Oro que ha entregado esta institución en 4 décadas. Y en este mismo patio, en mayo de 1998, inauguró la reapertura del edificio, con esta magnífica recuperación que hoy disfrutamos. Por eso, su presencia hoy era fundamental para celebrar que aquellos sueños de los años ochenta se han cumplido con creces", ha dicho Sada.

El presidente del Parlamento autonómico ha recordado las maravillas de esta joya patrimonial zaragozana, única en el mundo, que mezcla los estilos arquitectónicos propios de cada una de las culturas que han convivido en el territorio. "De cada una hemos heredado los rasgos que hoy constituyen nuestro carácter y nuestros valores, como el acuerdo y el pacto afortunadamente todavía presentes en nuestra sociedad y en la vida parlamentaria".

Texto que ha dejado el Rey en la firma del Libro de Oro del palacio de la Aljafería.

Texto que ha dejado el Rey en la firma del Libro de Oro del palacio de la Aljafería. / CORTES DE ARAGÓN

La Aljafería es el mejor legado para entender de dónde venimos y cómo somos. "Por eso sus puertas están abiertas para que vengan a conocernos. Cada año alrededor de 300.000 personas disfrutan de su patrimonio y de toda su actividad cultural, que también nos ha convertido en un motor turístico para Zaragoza y Aragón", ha expresado el socialista.

El destino ha sido "muy generoso" con La Aljafería al ser desde hace casi cuatro décadas la sede de la representación aragonesa. Las Cortes de Aragón es una institución identitaria cuyo origen se sitúa en el siglo XII, una de las más antiguas del mundo. Quizá por esto la convivencia entre la parte monumental y parlamentaria de este edificio sea indisoluble.

La Aljafería, después de mil años y tras su última recuperación, es un edificio vivo que proyecta el futuro sobre su sociedad. "Rodeados de restos del arte hispanomusulmán o mudéjar, Patrimonio de la Humanidad, debatimos sobre nuestro futuro y sobre cómo podemos contribuir desde esta parte del territorio a construir una España mejor", ha concluido el presidente antes de que el Rey se situara cerca de las escaleras que suben al Salón del Trono.

Por ahí han pasado monárquicos, republicanos y descreídos de diferente clase. Por una u otra razón, Maru Díaz y Nacho Escartín, de Podemos, o José Luis Soro, de CHA, no se han querido perder el momento de estrechar la mano del Rey, que a las 14.24 horas abandonaba el palacio taifal zaragozano, que pronto volverá a la rutina de sus visitantes curiosos por los patios y sus políticos escandalosos en el hemiciclo de esta fortificación que hace nueve siglos reconquistó Alfonso I El Batallador y que fue palacio de los Reyes Católicos.

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