EL FUTURO DE UNA EMBLEMÁTICA EMPRESA LOGÍSTICA

Una firma española quiere reflotar Frío Aragón con el pago de 2,9 millones de deuda

Una sociedad mercantil presenta una oferta para asumir una deuda de 2,9 millones de euros que llevó a la empresa a entrar en concurso de acreedores y adquirir la unidad productiva por un euro | Presenta un plan de negocio que mantendría la plantilla actual y se haría con la unidad productiva

Los camiones y semirremolques de la empresa Frío Aragón dormitan en la campa de Villanueva de Gállego, donde se ubica la empresa, ante la baja actividad que ahora registra.

Los camiones y semirremolques de la empresa Frío Aragón dormitan en la campa de Villanueva de Gállego, donde se ubica la empresa, ante la baja actividad que ahora registra. / ANDREEA VORNICU

La emblemática empresa del transporte frigorífico de mercancías Frío Aragón vive congelada en un concurso de acreedores desde el otoño pasado. Los 80 camiones y el centenar de semirremolques que acampan a las puertas de su nave en Villanueva de Gállego sin recibir prácticamente uso son testigos de la caída de la emblemática compañía logística, que tomó la decisión de entrar en concurso tras acumular una deuda de 2,9 millones de euros con diferentes entidades bancarias. Ahora, cuando apenas quedan unos días para la resolución del concurso (los interesados pueden pujar hasta el día 15), una firma española ha presentado una oferta para hacerse con el total de la unidad productiva (nave, maquinaria y plantilla) asumiendo el total de la deuda y pagando el precio simbólico de un euro.

Así lo confirman fuentes de la empresa promotora y de la propia empresa, ya que se ha remitido la oferta a la administradora concursal que representa a la compañía y al Juzgado de lo Mercantil Número 2 de Zaragoza para dar conocimiento de la propuesta de una sociedad mercantil de nueva creación, participada por tres empresas, que prefiere guardar el anonimato al entender que perjudicaría a sus intereses en la negociación.

La justificación de la inversión se halla en el respeto que ostenta la marca Frío Aragón, muy conocida dentro del mundo logístico, así como en el alto nivel y el conocimiento de los empleados que todavía quedan en plantilla. Según fuentes de la promotora, las sinergias con otros clientes de las compañías implicadas generarían contratos con empresas como BonÀrea, Grupo Jorge, la cárnica AUSA o Bergé Logistics, lo que les permite elaborar un plan de negocio a tres años que incluye mantener a los 23 trabajadores que aún no han sido despedidos.

En los 36 meses sucesivos se procedería a la consolidación del proyecto, el incremento de la cifra de negocio y el aumento de la plantilla acorde a los niveles de la carga de trabajo, que, según fuentes de la empresa oferente, podría alcanzar los «300 empleados» en ese plazo de tres años. Por todo ello creen que los activos con los que cuenta la empresa (tanto maquinaria como intalaciones y capital humano) representan una «oportunidad y punto de partida» para establecer una nueva línea de negocio.

La firma logística Frío Aragón, propiedad de Juan Antonio Aparicio, se vio obligada a entrar en concurso debido a los impagos de varios créditos proporcionados por entidades bancarias fruto de la delicada situación económica que arrastraba desde hace años. La moratoria concursal del Gobierno durante los años de la pandemia permitió a muchas empresas como Frío Aragón prolongar su agonía, pero desde el verano pasado, cuando se dio por finiquitada, no quedaban mayores esperanzas para la compañía aragonesa. Sin embargo, y eso debe destacarse, Frío Aragón no contrajo deuda pública ni ha dejado de pagar los salarios a sus trabajadores pese a la mala marcha del negocio.

El plazo para presentar ofertas finaliza el 15 de febrero

El plazo para presentar ofertas al concurso de acreedores de Frío Aragón se abrió el 12 de septiembre de 2022 y finaliza el 15 de febrero. Si no se adjudicara a ningún comprador, la plantilla entraría en un ere extintivo antes de que la empresa se liquidase el día 28 y la venta de la unidad productiva podría ejecutarse de forma fraccionada. «Nosotros vemos el final. Nos vemos en la calle, sin trabajo. La gente está nerviosa. Estamos parados en la vida, nadie se atreve a comprarse un coche o meterse en un préstamo. Cobramos y guardamos el dinero porque no vemos más que incertidumbre», señalan desde el comité de empresa, que ven con «muy buenos ojos» la oferta presentada al ser «la única que nos ha llegado», entendiendo que «no hay ninguna más para reflotar el futuro de la compañía».

Según indican fuentes de la negociación, la empresa que se ofrece a comprar Frío Aragón ha solicitado una entrevista con la jueza, los trabajadores, la compradora y la administradora concursal en la sede del Juzgado número 2 del Mercantil de Zaragoza para convenir cuál es el futuro de la compañía.

Cerca de 80 cabezas tractoras y un centenar de semirremolques permanecen dormidos en la nave de Villanueva.

Cerca de 80 cabezas tractoras y un centenar de semirremolques permanecen dormidos en la nave de Villanueva. / ANDREEA VORNICU

La emblemática Frío Aragón nació hace 35 años y fue uno de los pilares de la logística aragonesa cuando la comunidad no era una referencia del sector como lo es hoy. Se posicionó como una de las empresa punteras de la logística en frío en todo el país antes de que se truncara su destino. Las ventas de las empresa se stituaron en 2020 en los 14,5 millones de euros, un 6% menos que el ejercicio anterior, fruto del impacto de la pandemia. Allí comenzó el principio de este aparente fin que desembocó en un concurso de acreedores. La empresa logística zaragozana contaba hace dos años con una flota de más de 350 vehículos, en su mayoría tractoras y semirremolques frigoríficos, de los que apenas quedan la mitad.

Por el camino se han quedado algunas negociaciones fallidas, como la venta a una empresa vinculada a la cárnica Grupo Jorge, que no se materializó. Entre tanto, la empresa ha ido reduciendo su plantilla conforme se mermaba su actividad. Si en 2019 la compañía contaba con 130 trabajadores, en el momento de hacer frente al concurso de acreedores tan solo quedaban 80. Desde entonces, la plantilla ha afrontado dos expedientes de regulación de empleo que han dejado en 23 los trabajadores en activo. La administración concursal y los representantes de los trabajadores y de la empresa alcanzaron un acuerdo para ejecutar este ajuste laboral, que se está llevando a cabo de forma escalonada.