Entrevista | Joaquín Olona Consejero de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente del Gobierno de Aragón

"Los agricultores van a pasar las de Caín con la sequía"

El titular de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente en el Gobierno de Aragón subraya como "imprescindibles" las medidas que reclaman las asociaciones agrarias a excepción de las ayudas directas | "Nosotros no hemos retrasado los embalses que ahora necesitamos para paliar la sequía", dice

El consejero de Agricultura, Joaquín Olona, en su despacho momentos después de la entrevista.

El consejero de Agricultura, Joaquín Olona, en su despacho momentos después de la entrevista. / ANDREEA VORNICU

Al campo aragonés no se le había borrado aún de la memoria el desastroso 2022 cuando ha llegado la primavera con una sequía bajo el brazo que pone de nuevo en jaque al sector primario. El sector primario de la comunidad exige medidas para salvar no la campaña sino el modelo de la agricultura familiar. En ello coincide el consejero de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente del Gobierno de Aragón, Joaquín Olona (Zaragoza, 1959), que establece en esta entrevista un orden de prioridades para las ayudas coyunturales mientras reclama sin matices un impulso a las grandes obras hidráulicas para apostar por un regadío que considera «inevitable». La cosa sigue en fase de diagnóstico, pero los primeros exámenes apunta a resultados desastrosos. 

Consejero, ¿cuán preocupado está?

Hasta el punto de que lo he calificado como potencialmente catastrófico. Todo indica que el peor escenario se va a producir. Para el campo, que es un sector con un problema crónico de insuficiencia de rentas, enfrentarse a una pérdida total de la producción puede suponer grandes dificultades.

¿Se ha empezado a elaborar el diagnóstico tarde?

No. No hay que alarmar ni poner la venda antes que la herida. El año 2022 ya fue complicado en cuestiones climatológicas, por lo que ya había una cierta atención en el sector, sobre todo por la irregularidad climática. El otoño fue lluvioso y la siembra se hizo en muy buenas condiciones, pero la mosca ya estaba detrás de la oreja. Hablo de la percepción del sector, pues los datos hoy aún no reflejan esa situación que he calificado de potencialente catastrófica.

El campo pide menos diagnósticos y más medidas. ¿Cuáles son las más eficientes?

La prioridad absoluta, y creo que hay un acuerdo con las organizaciones y así se lo he traslado al ministro, es garantizar el pago de la PAC. Si no lo hacemos nos encontraremos con un roto. Primero, el compromiso de flexibilizar el cumplimiento de los resultados que exige la PAC por la sequía. Segundo, instaré al ministerio para que convenza a la Comisión Europea de que nos exima de cumplir con las exigencias de algunas ayudas. No tiene sentido sembrar cultivos de regadíos, como el girasol, que sabemos que van a fracasar.

¿Flexibilizar la PAC será suficiente?

No. Si dijera que sí entraría en contradicción conmigo mismo. Si fuera suficiente con pagar la PAC no existiría el problema de la insuficiencia de renta en el campo. Si logramos este primer paso, nos encontraríamos con una situación de una cosecha normal, pero sin cosecha.

¿Con eso bastará?

Seguirá siendo insuficiente. El tercer nivel de prioridad es la financiación de la próxima campaña: préstamos sin coste financiero para los agricultores que cubran las garantías y puedan así sembrar en otoño. Hasta aquí llega lo que considero imprescindible.

"Los agricultores van a sufrir las de Caín con la sequía. Y la agricultura familiar está en absoluto jaque"

¿Habrá ayudas directas?

Están en un segundo escalón de esas prioridades. Si se aplica alguna ayuda directa, en Aragón se hará de acuerdo a la Ley de Agricultura Familiar. Es decir: en el caso de que las haya irán destinadas al agricultor profesional. Estamos ante unos daños que pueden ser de una cuantía enorme. No es un incendio o una riada, donde los eventos son catastróficos pero en una zona concreta.

Hay unas elecciones autonómicas a la vista. Cabe pensar que algunas comunidades sí lanzarán convocatorias de subvenciones directas.

Soy un absoluto defensor de la ayuda directa a la renta que es la PAC, de la que los agricultores profesionales deberían cobrar mucho más. Es que se inventó para esto. Ahora bien, me parece normal que las organizaciones agrarias sean ambiciosas en sus peticiones. Pero el Gobierno debe ser muy prudente tomando medidas. No debemos hablar de ayudas directas 'urbi et orbi'. Ojalá tuviéramos una disponibilidad presupuestaria que nos permitiera comprometerlo. Pero no es así.

Sequía, riadas, incendios, heladas... La espada de Damocles está sobre la cabeza del pequeño agricultor.

La agricultura familiar está en absoluto jaque. Por eso hemos promovido la ley. Mi convicción es que no podrá sobrevivir si no concentramos en ella la ayuda de la PAC. Es en esta política donde está el dinero: hay 450 millones de euros todos los años. La forma de proteger el modelo familiar es concentrar ese dinero en los agricultores que se la juegan. Harán falta más cosas, pero la ineficacia de la PAC hace que cuando vienen circunstancias como esta no seamos capaces de solventarlas.

Habrá que esperar hasta el nuevo plan nacional de la PAC de 2027 para solucionar lo que muchos calificaron de fracaso para los intereses de Aragón. ¿Cree que esto puede acabar por matar la agricultura familiar en la comunidad?

No considero que sea un fracaso. En primer lugar, la postura de Aragón no estuvo apoyada ni por todas las organizaciones agrarias ni por todos los partidos políticos. Yo he reconocido que no he conseguido mi propósito y sería absurdo intentar demostrar lo contrario. Pero no lo calificaría de fracaso. Hemos influido bastante. Y cuando uno quiere influir, se arriesga a influir nada, poco, regular o que se salga con la suya.

"He reconocido que no cumplí mi propósito con la reforma de la PAC, pero si le pongo nota a la influencia de Aragón es un seis"

¿Cuánto influyó Aragón?

Si le pongo una nota: un seis.

Ha sido muy crítico con la cobertura del seguro de la sequía. ¿Van a apretarle las tuercas a Agroseguro?

No utilizaría ese término porque nos tenemos que apretar las tuercas las tres partes. Por supuesto, Agroseguro: el agricultor no asegura la sequía porque tiene la convicción de que no va a cobrar nada. Los segundos, nosotros mismos: tienen razón los agricultores cuando nos piden que incrementemos el nivel de subvención. Pero también el sector debe ser consciente de hasta dónde se puede llegar con la cobertura de la sequía: no pensemos en que los secanos más áridos puedan garantizar rendimientos fuera de la realidad.

"Me parece un gravísimo error pensar que porque tenemos sequía son absurdos los embalses y los regadíos. Es un error y es confundir a la opinión pública"

Usted dijo esta semana que Aragón necesita más embalses y más grandes. 

El mejor seguro para la sequía es el regadío y en Aragón debemos apostar por este modelo. Alguno dirá: pero ¿este hombre qué dice si no hay agua para regar? Las dificultades que afrontamos en este momento se deben a que nuestros embalses son de regulación anual. Es decir: pequeños. En Extremadura, en la cuenca del Guadiana, hoy no tienen problemas porque su regulación es hiperanual: tienen capacidad más allá de un año. Igual a alguno le suena a marcianada lo que estoy diciendo...

Más que marcianada, posiblemente encuentre contestación social.

No me lo estoy inventando yo. Ese concepto ya existe y hay que apostar por él. No caigamos en la trampa de pensar que porque haya sequía no volverá a llover. El cambio climático lo que significa es irregularidad. No hace falta una bola de cristal para asegurar que nos enfrentaremos a inundaciones en próximos años. Me parece un gravísimo error pensar que porque tenemos sequía son absurdos los embalses y los regadíos. Es un error y es confundir a la opinión pública. 

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El consejero Olona, en su despacho del Departamento de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente, ubicado en la plaza San Pedro Nolasco de Zaragoza.

El consejero Olona, en su despacho del Departamento de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente, ubicado en la plaza San Pedro Nolasco de Zaragoza. / ANDREEA VORNICU

¿Ha hablado con los ministerios de Planas y Ribera? El secretario de Estado de Medio Ambiente,Hugo Morán, afirmó esta semana en EL PERIÓDICO que «trasvases y más embalses son políticas antiguas». ¿Quién apoya la posición de Olona?

Todo el que apoya el regadío apoya la regulación. Sería una gravísima irresponsabilidad apoyar el regadío y no la regulación. Para que haya regadío debe haber emblses y para que exista el regadío sostenible, embalses hiperanuales. El regadío es inevitable en Aragón, y tenemos la cuenca (la del Ebro) menos regulada de España. Pero bueno: hay quienes se oponen a los pantanos y a las obras hidráulicas. Para encontrarlos no hay que ir a Madrid, aquí también los hay que se oponen a los embalses. Lo respeto, pero no estoy de acuerdo. 

Cuando se habla de obras públicas, esas diferencias se traducen en retrasos y paralizaciones: Mularroya, Yesa...

No me gusta echar culpas, pero lo voy a hacer. No es justo ni razonable imputarnos el retraso a quienes defendemos las obras hidráulicas. Algo tendrán que ver quienes se oponen. Los que generan problemas son los principales causantes de que estas no se hagan.

La traslación de la sequía a la cesta de la compra

¿Cuál será la traslación de la sequía a la cesta de compra?

Esto sí que es hablar de bola de cristal. Lo digo sinceramente: no me atrevo a decirlo. Es muy complejo hacer un estudio. La agricultura no funciona con las reglas estrictas del mercado de la oferta y la demanda. El problema de la agroalimentación es que hay mucho fallo de mercado. Se aleja mucho de los alejamientos teóricos: por eso existe una política agraria.

¿Cuándo veremos las consecuencias?

Es evidente que la sequía no ayudará al asunto de los precios. Pero solo me atrevo a decir eso. A lo mejor no vemos las consuencias. Es más, igual hacemos un ejercicio incorrecto y atribuimos las futuras subidas del precio de los alimentos a la sequía. El problema gravísimo es el de la agricultura familiar, que será mucho mayor que el que se traslado a la cesta de la compra. Debemos pensar en los agricultores y los ganaderos que no van a cosechar después de haber hecho la siembra más cara de la historia y deben seguir pagando facturas. Ellos son los que van a pasar las de Caín.

¿La catástrofe será total?

Al igual que en una pandemia no nos morimos todos, una catástrofe no se lleva por delante la producción agrícola al completo. Que no vayamos a tener grandes cultivos herbáceos no quiere decir que no vayamos a tener fruta. La producción agrícola de Aragón, aún siendo catastrófica, no va a pasar de 5.000 millones de euros a cero.

"Ese carácter peyorativo que se le confiere a la ganadería y al regadío es fruto del desconocimiento"

También se habla de afecciones al comercio exterior y la mano de obra.

La mayor parte de la mano de obra se concentra en el sector de la fruta. No tendría que haber mayores problemas a partir del 23 de abril, cuando se pasa el riesgo de heladas tardías, aunque sí de pedrisco. Desde el punto de vista del comercio exterior sí podemos tener serios problemas. No vamos a producir alfalfa y eso puede llevarnos a graves incumplimientos con los clientes chinos o de Oriente Medio. Por otro lado, en cuanto a los cereales siempre hemos importado, pero ahora tendremos que hacerlo mucho más.

La ganadería intensiva no está poniendo el grito en el cielo. ¿Sobrevivirá mejor a la sequía pese a que consume más agua?

Eso de que la ganadería intensiva consume mucho agua lo repiten como un mantra ciertos sectores y no es cierto. Una de las bases fundamentales de la agricultura familiar en Aragón es la ganadería intensiva. Es un soporte fundamental de la agricultura familiar: si quitáramos las granjas de terneros o de pollos el Aragón rural se caería de la noche a la mañana. Y sí que se verá afectada por la sequía, aunque de forma indirecta, por el encarecimiento de los cereales.

¿No utilizan las granjas mucho agua?

No, no, no. A ver: para producir alimentos hace falta agua. Mucha agua. Ese carácter peyorativo que se le confiere a la ganadería y al regadío es fruto del desconocimiento. Me parece absolutamente injusto este tipo de apreciaciones. El 80% del consumo de agua de España es para el regadío. Y eso no es un mal uso: sin eso no podemos vivir.

Llega la legislatura a su fin y no ha sido precisamente fácil. ¿Qué balance hace?

Agotador. Ha sido la legislatura de la dificultad. Creo que es evidente, sin exagerar en absoluto. Hemos tenido que afrontar cosas que no vienen en los manuales.

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