derechos sociales

La verdadera inclusión: el día a día de tres aragoneses con discapacidad intelectual que comparten piso en Zaragoza

Bea, Caridad y Ángel participan en el proyecto piloto ‘Mi casa, una vida en comunidad’, destinado a personas con discapacidad intelectual / En Aragón hay ocho viviendas, en las que conviven 26 personas

Ángel (en primer término), junto a Villanueva, Bea, Broto y Caridad, en el salón del piso que comparten Bea, Caridad y Ángel.

Ángel (en primer término), junto a Villanueva, Bea, Broto y Caridad, en el salón del piso que comparten Bea, Caridad y Ángel. / ANDREEA VORNICU

Eva García

Eva García

Bea, Caridad y Ángel comparten piso en Zaragoza. Tienen edades muy dispares, 29, 55 y 53, pero se complementan bien. Y, según aseguran, los tres están cumpliendo un sueño, que es el de vivir independientes. Un folio pegado en la cocina les informa del menú semanal que ellos mismos eligen (este martes tocaba verdura pero lo han cambiado por garbanzos y carne); y en el salón está el calendario de su actos destacados (Caridad tiene una boda el día 13), pero también cuando poner la lavadora y quién, el horario de las cenas y de acostarse y quién riega las plantas.

Necesitan apoyo y mucha organización, ya que los tres son personas con discapacidad intelectual y forman parte del proyecto piloto ‘Mi casa, una vida en comunidad’ de Plena inclusión. La discapacidad de Ángel es del 65%, pero además tiene problemas neurológicos y no es totalmente autónomo; Caridad y Bea, de más del 75%; ya primera además tiene un problema visual y la segunda, tiene paralizado el lado izquierdo; y es que uno de los requisitos para participar en el proyecto es tener una discapacidad reconocida de más del 75%

Como ellos hay otros 23 aragoneses conviviendo en otros 7 pisos tutelados tanto en Zaragoza, como en Teruel y en Huesca. En la iniciativa están implicadas cuatro , entidades: Atadi, Valentia, Fundación Cedes y Kairós y ha sido posible gracias a la financiación de 2,5 millones de euros procedentes de los fondos europeos. Llevan viviendo en esa casa desde diciembre del pasado año y será a finales de 2024 cuando haya que evaluar la experiencia y ver si el modelo impacta en su calidad de vida. Por lo que los tres han enseñado esta mañana, está siendo positiva. Tanto, como el cartel que preside el salón, que lleva colgado desde el 8 de marzo: “Feliz día mujeres bellas, por lo que somos, por todo lo que podemos llegar a ser”. Enfrente, un dibujo del escudo del Barcelona, del que Ángel es fiel seguidor.

Este martes ha sido una jornada especial porque no han ido a trabajar, pero la visita bien lo merecía, ya que la consejera de Ciudanía y Derechos Sociales, María Victoria Broto, ha visitado su piso, junto a al presidente de Plena Inclusión Aragón, Santiago Villanueva; y el gerente de la Fundación Kairós, Gregorio Centro, y otros miembros de las organizaciones sociales, como Amor Numancia, responsable de Área de Kairós, y Marinnela Villada, educadora.

Apoyo constante

Junto a Bea, Ángel y Caridad conviven también cinco educadores, tres entre semana y dos los fines de semana. Por la mañana, los tres van a La Nave, un centro ocupacional donde realizan lumniarias para la compañía aragonesa Airfal. Ya por la tarde, cada uno tiene sus propios hobbys.

A Ángel, que ya ha pasado por otras viviendas, le gusta estar en este piso y asegura que los tres se llevan “muy bien” y se ayudan. A él le interesa la pintura y cada tarde va a San José, a los talleres de Cambalache, donde aprende a pintar, otro día a Radio La Granja, a cocina  y otro a Imagen y sonido. Antes estuvo en una residencia pero le gusta más la independiencia de un piso porque “aunque tengo obligaciones también puede salir y entrar” según sus apetencias, a dar un paseo, a los talleres o al centro cívico. Se le da bien cocinar, sobre todo paella y arroz a la cubana, aunque muchas veces son Bea y Caridad las que se encargan de la cocina, sobre todo si no acuden a la nave.

Bea también prefiere el piso a una residencia. Se le cae la baba cuando habla de sus sobrinos, ya que tiene una de cuatro años y otro recién nacido, a los que visita habitualmente y también a su madre, con la que vivía hasta hace unos meses. Su pasión es la música, Malú y el trap, al que intenta enganchar también a Ángel. Caridad es también muy activa, sobre todo le gusta bailar, por eso acude semanalmente a zumba, pero también a gimnasia.

“Las personas con discapacidad tienen los mismos deseos que todos”, ha asegurado esta mañana la consejera de Derechos Sociales, que son tener su vivienda, sus amigos, formar parte de un barrio y de un vecindario, aunque en su casa con apoyos. Este proyecto “encaja perfectamente con el modelo de transformación que estamos llevando a cabo en los servicios sociales de Aragón: la atención integral centrada en la persona”. Además, también ha señalado que “hay que fomentar la autonomía” y evitar recursos residenciales; tener en cuenta, ha insistido en “lo que ellos necesitan”. Pero no solo ellos tienen que adaptarse a esa independencia, también la sociedad debe “aprender a mirar y demostrar a estas personas de que con apoyo pueden vivir como quieren”. Para ello, “las administraciones tendremos que flexibilizar las normas.

El presidente de Plena Inclusión Aragón ha puesto el acento en la importancia de trabajar hacia “un modelo de vida en el que las personas con discapacidad intelectual puedan decir cómo, dónde y con quién quieren vivir. Creemos, asimismo, que estas personas pueden y deben vivir en comunidad y usar los espacios comunitarios como el resto de ciudadanos, dando a su vida la forma que quieran”.

Caridad, en su habitación.

Caridad, en su habitación. / ANDREEA VORNICU

Para que esto sea posible, se realiza un trabajo previo con estos chicos y chicas, que cuentan con grupos profesionales de apoyo para realizar el tránsito a esta vida más independiente. “Durante la vida en su casa van a contar con apoyos directos y también de la federación y la confederación que proporcionan, entre otras figuras, la del facilitador comunitario, una persona que se encarga de ayudar a que estas personas accedan a otros servicios de la comunidad para llevar a cabo su vida con normalidad”, ha detallado Santiago Villanueva.

Este proyecto piloto no es exclusivo de Aragón. En el conjunto del país se van a poner en marcha 66 viviendas, en las que 284 personas con discapacidad intelectual o del desarrollo tendrán la oportunidad de vivir en 33 pueblos y barrios de siete Comunidades (Cataluña, Extremadura, Madrid, Castilla-La Mancha, Murcia y Canarias, además de Aragón). Todos, con un único objetivo, lograr la verdadera inclusión, que las personas con discapacidad también puedan cumplir sus sueños.

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