Historias y testimonios

La mejor herencia posible: el trabajo, el futuro

Sonia Bielsa representa a la cuarta generación de su familia que trabaja en Endesa, en Andorra

"He nacido y crecido en Andorra y ahora vivo aquí con mi familia", dice Sonia Bielsa, ingeniera de Endesa

"He nacido y crecido en Andorra y ahora vivo aquí con mi familia", dice Sonia Bielsa, ingeniera de Endesa / Álvaro Ybarra Zavala

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Hay casi siempre un denominador común cuando uno profundiza en las historias vinculadas a la transición energética en la que se sumerge el proyecto El Legado que Seremos: el vínculo entre el pasado, el presente y el futuro se encuentra en las personas. Una colección inabarcable de trabajadores anónimos que llevan el sector energético en el ADN, que han vivido desde su infancia con el particular universo de generar, distribuir y comercializar energía eléctrica en el primer plano. Y son testigos de excepción de los cambios que plantean los nuevos tiempos y la producción a través de renovables.

Pero, sobre todo, son, gracias al trabajo en una misma compañía, depositarios de una herencia colectiva y familiar, de un nexo entre generaciones y generaciones de la misma estirpe. Ellos han recibido un legado singular, quizás el mejor posible: el trabajo. Y estos son algunos de los relatos que han marcado sus vidas. 

Francisco y Francisco Javier Bielsa, abuelo y padre de Sonia.

Francisco y Francisco Javier Bielsa, abuelo y padre de Sonia. / Álvaro Ybarra Zavala

«Recuerdo la primera vez que visité la central térmica de Andorra (Teruel). Era aún una niña y cuando entré en la sala de control me impactó mucho ver todas las luces que había y en ese momento pensé: ¡qué trabajo más chulo tiene mi padre!». Sonia Bielsa, que ahora es supervisora de mantenimiento de parques eólicos, representa a la cuarta generación de su familia que trabaja en Endesa. Su bisabuelo empezó en las minas de carbón y ella es la primera que ha dado el salto las renovables.

«He nacido y he crecido en Andorra y ahora mismo vivo aquí con mi familia. He estudiado en Zaragoza Ingeniería Técnica en Diseño Industrial. El primer año de carrera hice las prácticas en Endesa, en la central térmica de Andorra, en la oficina técnica, y cuatro años después ya empecé a trabajar como subjefe de turno (el mismo puesto que su padre) en el departamento de operación, que es donde llevábamos la supervisión y el control de toda la central», recuerda. «En julio de 2019 mi vida cambia, cuando una puerta se cierra, otra se abre y con el cierre de la central tengo la suerte de entrar a trabajar como supervisora de Operación y Mantenimiento en los nuevos parques eólicos», destaca.

El bisabuelo de Sonia Bielsa empezó en las minas de carbón. Después cogieron el testigo su abuelo, Francisco Bielsa, su padre, Francisco Javier Bielsa, y ahora Sonia.

Gigantes y molinos

José Manuel Mato Díaz tenía 24 años cuando se convirtió en alcalde de Paradela, un municipio gallego inmerso de grandes fincas. Unos terrenos que servirían para el futuro desarrollo eólico que llegó a la localidad de la mano de Endesa. En 2002, con la incipiente aparición de las energías renovables, los beneficios que la construcción de parques eólicos podía generar se eclipsaban con la desconfianza originada en torno a estos. Los vecinos desconfiaban de estos métodos de generación de energía, un 20% estaba en contra de la construcción de los parques y una gran mayoría del 80% no participaba en la dinámica de apoyo. 

En 2007, cuando comenzaron las negociaciones económicas con los vecinos, se formalizó que el proyecto necesitaba el apoyo de 200 dueños de fincas. Estos procedimientos estuvieron apoyados por José Manuel, quien respaldó la construcción de los parques eólicos por los beneficios que generarían la vida de los paradelenses.

Darío López y Purificación Rodríguez, en Paradela (Lugo).

Darío López y Purificación Rodríguez visitan a su toro en Paradela (Lugo). / Álvaro Ybarra Zavala

El cambio de perspectiva se demoró durante una década, cuando se pondrían las obras en marcha. Los vecinos, lejos de mostrar desinterés, querían instalar los molinos en sus fincas. Los beneficios económicos tuvieron gran peso en la resolución de la disputa, pero con la construcción de los 27 molinos vieron que las ventajas eran considerables. Muchas tierras inaccesibles, prácticamente abandonadas, se han convertidos en enormes pastizales gracias a las vías construidas para subir las máquinas de los parques. Darío López y Purificación Rodríguez residen en Paradela, donde tradición y tecnología conviven

Desnudando una central

Beatriz Muñiz ha dedicado su vida laboral a las energías renovables, pero en 2015 decidió emprender un nuevo camino profesional hacia los proyectos térmicos. De la mano de Endesa Generación, empezó a ocuparse del desmantelamiento de las centrales térmicas que la compañía había decidido cerrar definitivamente.

Este viaje le trasladó a la localidad de Andorra (Teruel), donde inició su primer proceso de desmantelamiento. La central térmica le originó sentimientos encontrados. Un nuevo proyecto que suponía la desaparición de un gran símbolo para la región, pero que abría un nuevo futuro en la zona, el primer paso de una nueva etapa. El desmantelamiento de la central le brinda una segunda oportunidad para un futuro siempre energético, pero adaptado a los tiempos. La construcción de renovables no solo garantizará el empleo local sino un legado de continuidad para la central

Trabajadores dentro de una burbuja de seguridad para la retirada de material aislante en la central térmica de Andorra.

Trabajadores dentro de una burbuja de seguridad para la retirada de material aislante en la central térmica de Andorra. / Álvaro Ybarra Zavala

Este proyecto, aún sin finalizar, ya ha proporcionado grandes ventajas en la zona. La creación de una plantilla de más de 200 trabajadores que trabajan en un entorno de máxima seguridad; institución de un proyecto pionero de voladura con explosivos de estructuras metálicas; o la consolidación de la transición energética que dejará en la región una huella positiva. 

El proceso de desmantelamiento no es sino un complejo procedimiento, tan crítico y duradero como la construcción de la central. Un arduo trabajo que tiene previsto culminar en diciembre del 2024 y que volverá a aunar el camino de Beatriz Muñiz con las renovables.