INFRAESTRUCTURAS EN ARAGÓN

Mallén pierde un acceso de la A-68 y el tramo se estrenará con retraso

La obra se iba a acabar el próximo otoño y ahora tardará un año más tras estar seis meses parada

Una empresa de la UTE se marchó y se trabaja en un tercer modificado tras un sobrecoste de 9,3 millones

El tramo entre Gallur y Mallén se estrenó en septiembre de 2022 a falta de culminar cinco kilómetros de autovía. | JAIME GALINDO

El tramo entre Gallur y Mallén se estrenó en septiembre de 2022 a falta de culminar cinco kilómetros de autovía. | JAIME GALINDO / D. L. G.

David López

David López

Los 5 kilómetros que quedan para culminar el desdoblamiento de la N-232 a la altura de Mallén se van a terminar tarde, más caro, con menos prestaciones de las previstas inicialmente y casi se podría decir que por los pelos no se ha quedado inacabada y parada de forma indefinida. El sobrecoste de los trabajos ya es de 9,3 millones de euros después de dos modificados: uno de 4.864.218,83 euros en febrero de 2021 y otro de 4.466.054,66 del 22 de abril de 2022, y ahora el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma) está a punto de cerrar un tercer modificado que resuelva la situación generada en los últimos nueve meses y que ha bordeado el abismo de la suspensión. Y es así por algo que las contratistas llevan alertando desde septiembre de 2022, fecha en la que se inauguró de forma parcial el tramo entre Gallur y Mallén, que era inviable culminar las obras al precio fijado en la adjudicación de 2017 y que ellas mismas abarataron un 30% en la puja.

Tal es la situación que los trabajos se reanudaron el pasado mes de mayo después de estar «más de seis meses parados, entre septiembre y marzo», aseguraron a este diario fuentes próximas a las obras, concretamente desde otoño de 2022. Una afirmación que el ministerio niega: «En esos meses no hubo suspensión del contrato y se ejecutaron, entre otros trabajos, unidades de drenaje longitudinal y transversal, señalización, defensas, balizamiento, cerramiento y caminos de accesos a fincas». Pero lo cierto es que todos en Mallén, incluido su alcalde de Mallén, Rubén Marco, asegura que no hubo actividad en la zona «hasta abril». Pero ahora eso no importan las máquinas ya han vuelto al tajo.

Pero es que además, en ese medio año de parón (o no), una de las dos empresas que conformaban la unión temporal de empresas (UTE), la andaluza Construcciones Sando, se marchó cediendo la totalidad del contrato a la otra, Copisa. Un movimeinto que, según el ministerio, fue «una cesión de la obra, figura que contempla de Ley de Contratos, y que, dado que se cumplían los requisitos legales, fue autorizada por el ministerio. Esto es un tema interno entre empresas, ajeno a Mitma», subrayaron las fuentes oficiales.

Pero a ese parón de más de medio año se le ponía fin al culminar una negociación de Demarcación de Carreteras del Estado en Aragón con Copisa que acabó sacrificando uno de los accesos prometidos al municipio de Mallén (el llamado Mallén Oeste) que sí incluía el proyecto original.

Para que esta contratista siguiera, la localidad se va a tener que conformar con un solo acceso, el que ya está terminado e inaugurado en septiembre de 2022, denominado Mallén Este, y que conecta con la avenida Zaragoza. Pero había un segundo, previsto con una rotonda de 100 metros de diámetro y a doce metros de altura sobre el tronco de la autovía que ya no se hará. Una estructura millonaria que ya no se tendrá que hacer, que se sustituirá por mejoras en el llamdo enlace de Cortes, ubicado a solo un kilómetro de distancia de donde iba el de Mallén Oeste, y en el que se iban a suprimir dos ramales que ahora se mantendrán. ¿La mejora? Mantenerlo como está y constuir un nuevo vial que conecte con el municipio de Mallén por la avenida Europa.

Las reacciones en Mallén

«Obligará a perder más tiempo para los desplazamientos hacia Tudela pero son solo unos minutos y es asumible si queremos tener terminada pronto estos cinco kilómetros que faltan», explica a este diario el alcalde de Mallén, Rubén Marco, quien ha estado muy pendiente de esta redefinición del proyecto planteada el pasado mes de mayo en una propuesta de reordenación de accesos del ministerio a la que ha tenido acceso este diario.

Mucho más clara que la respuesta oficial dada por el propio Mitma preguntado por este diario: «El enlace de Cortes y el de Mallén oeste funcionan en conjunto. Por ello, para asegurar la solución óptima para todos los usuarios y el cumplimiento de la normativa actual de trazado, se está reestudiando en un modificado nº 3, en tramitación, los enlaces (Mallén oeste- Cortes). Ni el presupuesto de la actuación ni el plazo en ningún caso se incrementarán con este modificado nº3», aseguraron. La realidad es que sobre la mesa ya nadie está pensando en el plazo dado para su estreno en 2022: entonces el Mitma aseguró que será en otoño de 2023. Ahora, sobre la mesa, el escenario es el de terminar «a finales de 2024» como mínimo.

Mucho más creíble esa previsión a la vista de lo que queda por hacer y que el propio ministerio admite: una pasarela para acceso peatonal al polígono industrial de Mallén y que tendrá un vano de más de 60 metros de longitud –necesarios para salvar una autovía de cuatro carriles y dos vias de servicio a ambos lados–; la descontaminación de suelos en la margen izquierda; estructuras elevadas como la que debe salvara el río Huecha, un centro de transformación en la reposición de la línea eléctrica; la mejora de seguridad de un paso inferior...

Tampoco el retraso parece afectar a la sufrida población de Mallén. El día de la inauguración del tramo de 10 kilómetros entre Gallur y Mallén se apuntó al próximo otoño como fecha para rematar esos cinco kilómetros. Pero teniendo en cuenta que las obras se adjudicaron en 2017, parece que un año más casi no importa, porque la travesía está siendo larga

A cambio, la localidad va a conseguir que se acometa una pasarela peatonal que todavía no se ha iniciado y una red de fibra óptica que se hará cuando culminen los trabajos de movimiento de tierras y drenajes que ahora se están acometiendo. Mientras, algunas de las estructuras elevadas deberían estar en marcha o a punto de finalizar. Pero al menos se harán.

Mientras, ese segundo acceso al municipio que se sacrifica tampoco tendrá un impacto excesivo en el tejido industrial de Mallén, ya que las empresas están instaladas en una zona más próxima al acceso actual ya construido. Por contra se aporta esta solución técnica que, aunque sea para abaratar todo y hacer viable el proyecto, se acomete «en aras de mejorar la funcionalidad, seguridad y comodidad de la infraestrutura, reducir el impacto ambiental paisajístico en la zona, consecuencia de la altura de los terraplenes, y reducir el plazo de finalización de obras». Por eso, reza la propuesta del ministerio del pasado mayo, «se considera conveniente suprimir el enlace de Mallén Oeste».

Una lectura optimista al riesgo de la inviabilidad de un proyecto que, no hay que olvidar, se adjudicó por 32 millones de euros menos: se licitó por 82,23 millones (IVA incluido) y se contrató con la UTE por 49,75 «por ser la oferta económicamente más ventajosa», un 39,5% más barata. Además, se firmó en mayo de 2017 para cometer los trabajos en 51 meses, y ya acumula 74 y le faltarían, como mínimo, otros 16. Y el presupuesto de la obra, tras esas dos primeras modificaciones por valor de 9,3 millones, actualmente es 59.083.169,62 euros, un 18,7% más que la adjudicación.