NOCHES TROPICALES ZARAGOZA

Las noches tropicales arraigan en Zaragoza como la "nueva normalidad" del verano

La capital suma 31 madrugadas por encima de los 20 grados a falta de un mes para el fin de la estación

Este 2023 puede pulverizar el récord de días consecutivos con mínimas sin bajar de esta cifra

Un termómetro marca 33 grados durante una noche en el barrio de Delicias de Zaragoza

Un termómetro marca 33 grados durante una noche en el barrio de Delicias de Zaragoza / Jaime Galindo

Al tiempo que Aragón continúa inmerso en una primera ola de calor del verano que ha instalado de manera prolongada los termómetros en los 40 grados, otro fenómeno avanza de manera más silenciosa pero igualmente notoria. Son las noches tropicales, aquellas madrugadas que no bajan de los 20 grados y que se están convirtiendo, poco a poco, en una realidad perenne a lo largo y ancho de la comunidad durante el periodo estival.

Sobran los ejemplos, pero uno de los más paradigmáticos es el de Zaragoza capital. Desde junio y hasta este martes, la capital aragonesa acumula 31 noches que no han bajado de esa cifra que, hoy por hoy, marca una de las fronteras que la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) reserva para aquellas realidades climatológicas que un día eran excepción y que ahora parece que amenazan con convertirse en regla.

Una impresión que no deja ninguna duda para Rafael Requena, director de Aemet en Aragón: «Simplemente ha dejado de ser noticia. Es ya lo normal porque hay un montón».

Desde 1951, la estación meteorológica de Zaragoza Aeropuerto ha registrado 1.169 mínimas superiores a los 20 grados, según las cifras disponibles en el portal de datos abiertos de la agencia estatal. Un dato que puede no decir muchos si no lo pasamos por el tamiz de la perspectiva histórica. Ahí, las cifras hablan por sí solas. Fueron necesarias tres décadas, la de los 50, 60 y 70 para sumar un número de noches tropicales (151) similar a las que se produjeron en los 10 veranos inmediatamente siguientes (156).

Una calurosa realidad que no se detuvo ahí, sino que ha ido irremediablemente agravándose década a década. En los 90 hubo 198 madrugadas tropicales; en los 2000, 228; entre 2010 y 2019, el número se elevó ya hasta las 280. Una escalada que no cesa y que, en cuatro años, los que van desde 2020 hasta este inconcluso 2023, ya alcanza las 156 noches tropicales. De continuar esta tendencia en los próximos años, el dato de la tercera década de este siglo XXI se dispararía sin ningún problema más allá de las 300 noches tropicales.

Sea como fuere, los 23 años que llevamos recorridos en este milenio ya concentran seis de cada 10 de este tipo de noches abrasadoras.

Un año para la historia

Este 2023 tiene muy difícil igualar el número de noches más allá de los 20 grados en Zaragoza, pero no por ello este verano está siendo más benigno climatológicamente hablando. A la ola de calor más prolongada en la capital desde que se tienen registros se suman dos hitos que con mucha probabilidad apuntan a cumplirse.

Las previsiones apuntan a que esta semana se registrará por primera vez una noche tórrida (25ºC) en la capital aragonesa

Si el pasado 2022 ostenta el título de ser el año con mayor número de madrugadas tropicales con 57 jornadas entre junio y septiembre (casi uno de cada dos noches); este verano todo apunta a que será cuando se registre el mayor número de este tipo de noches consecutivas desde que existen estos conteos.

Con este martes son ya 14, entre el 9 y el 22 de agosto, pero de cumplirse las previsiones de la Aemet la barrera de los 20 grados no se romperá por abajo hasta el domingo, sumando 19, lo que pulverizará las 17 madrugadas consecutivas entre el 29 de julio y el 14 de agosto de 2022.

El segundo récord que parece que se batirá es el de la mínima más alta jamás registrada en Zaragoza. En estos momentos, en dos ocasiones el mercurio se ha detenido en los 24,8 grados en la estación de Zaragoza Aeropuerto, la más antigua de las dos que posee la capital aragonesa. Fue el 22 de agosto de este año, que igualó al 13 de agosto del 2022. A muy poca distancia se quedó este año el 10 de agosto, con 24,7 y el 14 de junio de 2009, solo una décima por debajo.

En cambio, estas próximas noches, de cumplirse los pronósticos avanzados por Aemet, el termómetro no bajará de los 25, pasando ya a hablar, por primera vez en la historia de Zaragoza, datos en mano, de una noche tórrida, con las que tan familiarizadas están ciudades españolas como Barcelona, Sevilla o Córdoba.

"Si este episodio se hubiese dado en junio o julio habríamos batido un récord detrás de otro sin duda"

Una realidad que Requena recuerda que ya se han vivido en otros puntos de Teruel como Montalbán o Castellote, donde incluso se aproximan al concepto de noche infernal, es decir, las que no bajan de 30 grados. Se cumpla o no de manera inminente en Zaragoza, para el director de la Aemet en Aragón no hay duda: "Es la nueva normalidad, nos vamos a tener que ir acostumbrando".

Convencido de que el zurrón de noches tropicales no se detendrá cuando remita esta ola, Requena pone énfasis en lo que, bajo su experiencia, es el otro punto significativo de este tsunami encadenado de madrugadas abrasadoras.

"Hay que pensar que queda un mes para el equinoccio de otoño y por tanto hemos perdido hora y media de sol respecto al solsticio de verano, es decir, hay más horas para que el termómetro baje y aún así estamos teniendo estos registros", incide Requena, antes de rematar: "Si este episodio se hubiese dado en junio o julio no habría ninguna duda de que se estarían batiendo todos los récords uno detrás de otro".

Preguntado sobre si detrás de esta nueva perspectiva que se nos abre está una consecuencia más del cambio climático, Requena despeja cualquier duda: "Realizamos estudios de atribución con este tipo de fenómenos para determinar si está o no detrás y la respuesta clara es que sí. Estamos viendo que cada vez los fenómenos extremos son más frecuentes y eso vale para las precipitaciones extremas o la ausencia de ellas, pero también para las temperaturas máximas o mínimas".