DERECHO A MORIR

Aragón ha concedido la eutanasia a 15 pacientes desde que existe la ley

La comunidad ha tramitado 48 solicitudes y muchas de las personas mueren antes de terminar el prceso

La mayoría de las peticiones son de usuarios que sufren cáncer y ahora hay dos casos abiertos

El concepto de humanización, cada vez más extendido en sanidad, es clave durante el proceso de eutanasia y los cuidados paliativos.

El concepto de humanización, cada vez más extendido en sanidad, es clave durante el proceso de eutanasia y los cuidados paliativos. / EL PERIÓDICO

Ana Lahoz

Ana Lahoz

Hace casi dos años y medio que la eutanasia está regulada en España mediante una Ley Orgánica y desde entonces 15 aragoneses con una enfermedad irrevocable la han recibido para poner fin a su vida. La mayoría de los procesos (ocho) tuvieron lugar en 2022, mientras que en este 2023 se contabilizan seis casos y en 2021, el año de la entrada en vigor de la norma, apenas hubo uno.

De los 15 usuarios que se han acogido a la eutanasia en la comunidad, seis eran pacientes que tenían cáncer y nueve estaban aquejados de una patología grave del sistema nervioso, según datos del Departamento de Sanidad del Gobierno de Aragón. En estos momentos, hay dos procedimientos abiertos: uno en fase de deliberación tras una reclamación y otro a la espera de realizar la prestación tras firmar un aplazamiento.

La eutanasia solo la pueden solicitar los enfermos graves que se encuentran en un proceso terminal, sin posibilidad de mejorar su pronóstico, y los pacientes que sufren patologías graves crónicas e imposibilitantes. Cumplir este requisito es básico para optar a la prestación que, finalmente, concede un comité de garantías, compuesto por expertos.

Precisamente por la rigurosidad del proceso, muchas de las solicitudes que ha tramitado Aragón desde junio de 2021 se han quedado por el camino porque no se cumplía con las condiciones. De hecho, la Consejería de Sanidad registran un total de 48 peticiones de eutanasia en dos años y medio –seis en 2021; 26 en 2022; y 16 en 2023–, de las cuales 16 han recibido un informe desfavorable.

En detalle, en 11 casos, el médico responsable (que es quien está con el paciente desde el inicio del proceso y hasta el final) comunicó que no se debía seguir con la tramitación. Por su parte, el médico consultor (especializado en las patologías que padece la persona solicitante de la ayuda) detuvo cuatro procedimientos al considerar que no se cumplían los requisitos.

Además, Aragón también registra en estos dos años y medio un informe desfavorable por parte de la dupla de verificación previa, que es emitida por dos miembros de la Comisión de Garantía y Evaluación que especifican si se cumplen los requisitos legales.

Dado que se trata de pacientes aquejados de enfermedades graves, muchos mueren antes de haberse completado el proceso. En el caso de Aragón, 16 personas que habían solicitado la eutanasia han fallecido antes de recibir la prestación, la mayoría por procesos tumorales.

«Esto es algo que sucede en todas las comunidades porque hablamos de personas cuyas patologías no tienen un pronóstico de mejora», señala a este diario Estíbaliz Tolosa, directora general de Cuidados y Humanización, una de las nuevas áreas del Departamento de Sanidad.

Durante el proceso de tramitación y deliberación de la eutanasia, el paciente tiene potestad en todo momento para decidir no continuar. Aragón registra un caso de este tipo con un enfermo que, tras terminar todo el proceso y tener derecho a recibir la prestación, decidió no acogerse a la misma y revocó el trámite. «Creo que la población conoce cada vez más este derecho a la eutanasia, pero no hay que olvidar que en Aragón también tenemos una Estrategia de Cuidados Paliativos, donde se ayuda a los pacientes en el tramo final de su vida», recuerda Tolosa. En ambas situaciones es importante el concepto de humanización, cada vez más extendido en la atención sanitaria, porque garantiza una mayor empatía con el enfermo y un abordaje integral de su situación teniendo en cuenta su deseo y lo que necesita.

Ocho reclamaciones

Por otro lado, desde junio de 2021 en Aragón se registran ocho reclamaciones por parte de usuarios que, tras un informe desfavorable, consideraron que su caso se debía revisar.

Finalmente, la Comisión de Garantía y Evaluación cerró seis expedientes al reiterar que no se cumplían los requisitos, mientras que los otros dos restantes están pendientes de deliberación en este momento.

De las 48 solicitudes de eutanasia que registra Aragón, 23 son por cáncer; 15 por enfermedades del sistema nervioso; 6 por enfermedades musculoesqueléticas; 3 por trastornos mentales; y una por enfermedad del sistema circulatorio. Las peticiones han llegado desde todos los sectores sanitarios, salvo del de Barbastro.

En 2021, el caso de Emilia, la zaragozana que pidió la eutanasia a su médica pero cuya tramitación no se inició en un primer momento y al final acabó suicidándose, obligó a hacer una reflexión sobre el cumplimiento de este derecho. En este sentido, el Ministerio de Sanidad va a realizar informes de evaluación anuales en cada comunidad y este verano puso en marcha el Sistema de Información de Eutanasia. Desde entonces, Aragón está haciendo una revisión de las solicitudes desde la primera que se tiene constancia (30 de junio de 2021) «para poder entregar la información más veraz posible y libre de errores», indican desde Sanidad.