GASTRONOMÍA
Eduardo Salanova, ganador de una estrella Michelin: "Quiero poner en valor el recetario aragonés"
El chef, que logró ayer la estrella Michelin por el restaurante Canfranc Express, es licenciado en Derecho y confiesa que la estación es un lugar "muy especial" para él
“Con mucha emoción y alegría”, así es como se siente Eduardo Salanova, chef y director gastronómico del Canfranc Express junto a Ana Acín, tras haber conseguido una estrella Michelin. Y es que no empezó en la cocina “de rebote”. Desde niño le “encantaba”, a los 16 años ya trabajaba en diferentes restaurantes de Huesca, pero terminó licenciándose en Derecho. Aunque no tardó en darse cuenta de que lo que realmente le gustaba, se formó en la Escuela de Hostelería de Huesca y continuó aprendiendo en varios restaurantes con estrellas Michelin.
Salanova confiesa que no buscan “diferenciarse o competir” con sus “compañeros”. Con su cocina lo que pretenden es “poner en valor el recetario aragonés, que tristemente se está perdiendo”. Trabajan con productos de la zona y del valle francés más cercano.
Además, destaca que cuentan con el “plus” de hacerlo en una estación de 1928, un lugar “muy especial” para el chef. “Dar al cliente una experiencia gastronómica en un vagón lo hace exclusivo”, manifiesta. Salanova quiere que “los comensales se sumerjan en la historia, uniendo la gastronomía aragonesa y un emplazamiento mágico”.
Esta es la segunda Estrella Michelin que consigue el chef. Hace casi cuatro años, en 2020, su restaurante Espacio N ganó la primera. Él piensa que “esto hace que te posicionen en el mapa”. También destaca que “ahora está muy de moda y tiene mucha importancia el turismo gastronómico”. “Esto hará que la gente se acerque a Canfranc”, señala Salanova entusiasmado. Tras su experiencia, es consciente de que tiene la “responsabilidad de mantener el mismo nivel de experiencia que hasta ahora”. “Tenemos un compromiso con los clientes”, concluye.
El 25 de junio de este año, hace cinco meses, el restaurante Canfranc Express abría sus puertas en un vagón ferroviario. En menos de un año ha conseguido una de las 8 estrellas Michelin que posee Aragón. Se encuentra en la estación de la localidad de Huesca, que hoy es el hotel de lujo Royal Hideaway. Y cuenta con pocas plazas, concretamente tres mesas para recibir a sus comensales a medio día y dar un servicio gourmet.
El menú degustación, de alta cocina aragonesa, incluye un entrante, un plato principal y postre, cuesta 170€ y no incluye bebida. Las migas, la pintada salvaje criada en Los Monegros y el Ternasco son algunas de las recetas tradicionales que combinadas con su creatividad hacen un homenaje a la cocina aragonesa y francesa. El restaurante también dispone de una amplia selección de diferentes vinos para todos los gustos.
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